Piensa, Prensa y Pega.

10 de abril de 2013

Reflexiones y Precisiones



En virtud de que los otros dos niveles de gobierno, superiores al ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, utilizan también, y casi a la perfección, las acciones institucionalizadas de; simular, entretener, dividir, distraer, confundir y desgastar a la sociedad, mientras ellos se apropian de lo que no les pertenece: recursos económicos, naturales y materiales del municipio y la población sancristobalense; hasta el día de hoy, a casi siete meses de gobierno y administración públicas, en San Cristóbal de las Casas, no han hecho otra cosa más que aparentar y servirse de lo ajeno; mentir, ocultar, prometer y no cumplirle a los ciudadanos. Estas acciones son su fuerte y las ejercen como credenciales de gobierno.

Dentro de lo más preocupante en todo esto y que, indudablemente, continuará profundizándose en el municipio de San Cristóbal de las Casas, está la corrupción generalizada, una forma de hacer mal gobierno que el gobernador Manuel Velasco Coello no ignora; conoce bien lo que hacen y deshacen, el presidente municipal, Francisco José Martínez Pedrero, y el síndico Roberto Arturo Morales Ortega. El gobernador sabe muy bien que es práctica común que el ayuntamiento coleto viole sistemáticamente la Ley Orgánica Municipal y hace nada para que el Órgano Superior de Fiscalización del Congreso del Estado obligue a cumplir la Ley de Fiscalización del Estado; el gobernador sabe que el ayuntamiento coleto  trafica  constantemente con el poder público y lo permite. Por todo lo que se ve y se escucha, no se puede entender de otra forma.

El gobernador Manuel Velasco Coello conoce que es práctica común del ayuntamiento coleto, torcer la Ley de Obra Pública de la entidad chiapaneca, y que ha acomodado –empujado y acuerpado por su síndico- sus intereses particulares a la normatividad municipal respectiva para poder entregar, entre otras cosas, la ejecución de la Obra Pública Municipal a las empresas o particulares que mejores dividendos garanticen o les puedan producir; y el gobernador aun sabiéndolo, pareciera que finge ignorarlo. El Ejecutivo Estatal, “El Güero” Velasco, como sus padrinos políticos lo bautizaron desde hace poco más de doce años, conoce puntual y detalladamente,  que la nómina municipal del ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas, está saturada de familiares de la mayoría de los miembros del gobierno municipal –aunque la ley lo prohíbe-, y públicamente les da trato de responsables, honestos y leales, cuando bien sabe que están muy lejos de serlo.

Al gobernador Manuel Velasco Coello, a tiempo lo enteran de las violaciones a la ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Contrataciones, que comete el cuerpo edilicio de San Cristóbal de las Casas. El Ejecutivo bien sabe que simulan cumplir la Ley en el renglón de las Adquisiciones, durante siete meses; sin duda, también sabe la manera en que aparentan cumplir con la ley de todo tipo de arrendamientos; y sabe también de qué forma “le dan la vuelta a la ley” para dar la impresión de que son puntuales y estrictos en someterse a lo establecido por la ley en cuestión. El gobernador de Chiapas conoce con exactitud y oportunidad, cómo el presidente municipal Francisco José Martínez Pedrero, el síndico Roberto Arturo Morales Ortega y casi todos los regidores que lo acompañan, se aprovechan del ejercicio de los recursos públicos y lo viene permitiendo, aun cuando nada desconoce. ¿De qué se trata, Gobernador?

El gobernador Manuel Velasco Coello, aunque en apariencia sólo viene al municipio de San Cristóbal, únicamente a correr, a fotografiarse, a contestar “conferencias de prensa a modo”, a departir, a “inaugurar” y a complacer a los de siempre, está enterado de todo, inclusive, sabe a detalle que hace unas semanas, el Senador Roberto Albores Gleason armó o le armaron un “fiestón político” muy al estilo coleto, donde los anfitriones fueron Francisco José Martínez Pedrero y sus más cercanos colaboradores, y que también asistieron personas demasiado cercanas a él, entre los que destacaron su coordinador de asesores, Eduardo Zenteno, el Diputado Federal Eduardo Ramírez Aguilar y otros empleados suyos del círculo más inmediato, de los que es común que viajen en las aeronaves oficiales junto a “El Güero” Velasco. ¡Qué bonito!, le cosechan al gobernador en funciones y ya le intentan agradar y encaramársele al muy probable próximo gobernador chiapaneco.

Gobernador Manuel Velasco Coello, Lic. Fernando Castellanos Cal y Mayor -Presidente del Congreso del Estado- y C.P. Humberto Blanco Pedrero,  todos ustedes conocen muy bien, y si no, es su obligación ya estar enterados de la manera y formas en que el ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, viene desempeñándose y prostituyéndose: corrupciones, tráfico de influencias, nepotismos, omisiones, ineptitudes, descaradas simulaciones,  despilfarros de recursos del pueblo para construirle carrera política a Francisco José Martínez Pedrero y para ya iniciar el posicionamiento del futuro candidato que los empresarios-políticos  intentarán imponer en su momento. Si el Ejecutivo del Estado y el Legislativo Local saben todo, como es su obligación, ¿por qué lo permiten? A estas alturas, ambos poderes del estado, deben saber y comprender que ya resultan cómplices por omisión, cuando menos. Corríjanlo y corríjanse, es su obligación constitucional  desde el primer momento en que asumieron sus respectivos cargos y que protestaron “cumplir y hacer  cumplir las leyes” de este país, las del estado y las municipales.

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