En virtud de que los otros dos niveles
de gobierno, superiores al ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas, Chiapas,
utilizan también, y casi a la perfección, las acciones institucionalizadas de;
simular, entretener, dividir, distraer, confundir y desgastar a la sociedad,
mientras ellos se apropian de lo que no les pertenece: recursos económicos,
naturales y materiales del municipio y la población sancristobalense; hasta el
día de hoy, a casi siete meses de gobierno y administración públicas, en San
Cristóbal de las Casas, no han hecho otra cosa más que aparentar y servirse de
lo ajeno; mentir, ocultar, prometer y no cumplirle a los ciudadanos. Estas
acciones son su fuerte y las ejercen como credenciales de gobierno.
Dentro de lo más preocupante en todo
esto y que, indudablemente, continuará profundizándose en el municipio de San
Cristóbal de las Casas, está la corrupción generalizada, una forma de hacer mal
gobierno que el gobernador Manuel
Velasco Coello no ignora; conoce bien lo que hacen y deshacen, el
presidente municipal, Francisco José
Martínez Pedrero, y el síndico Roberto
Arturo Morales Ortega. El gobernador sabe muy bien que es práctica común
que el ayuntamiento coleto viole sistemáticamente la Ley Orgánica Municipal y
hace nada para que el Órgano Superior de
Fiscalización del Congreso del Estado obligue a cumplir la Ley de
Fiscalización del Estado; el gobernador sabe que el ayuntamiento coleto trafica
constantemente con el poder público y lo permite. Por todo lo que se ve
y se escucha, no se puede entender de otra forma.
El gobernador Manuel Velasco Coello conoce que es práctica común del ayuntamiento
coleto, torcer la Ley de Obra Pública de la entidad chiapaneca, y que ha
acomodado –empujado y acuerpado por su síndico- sus intereses particulares a la
normatividad municipal respectiva para poder entregar, entre otras cosas, la
ejecución de la Obra Pública Municipal a las empresas o particulares que
mejores dividendos garanticen o les puedan producir; y el gobernador aun sabiéndolo,
pareciera que finge ignorarlo. El Ejecutivo Estatal, “El Güero” Velasco, como
sus padrinos políticos lo bautizaron desde hace poco más de doce años, conoce
puntual y detalladamente, que la nómina
municipal del ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas, está saturada de
familiares de la mayoría de los miembros del gobierno municipal –aunque la ley
lo prohíbe-, y públicamente les da trato de responsables, honestos y leales,
cuando bien sabe que están muy lejos de serlo.
Al gobernador Manuel Velasco Coello, a tiempo lo enteran de las violaciones a la
ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Contrataciones, que comete el cuerpo
edilicio de San Cristóbal de las Casas. El Ejecutivo bien sabe que simulan cumplir
la Ley en el renglón de las Adquisiciones, durante siete meses; sin duda, también
sabe la manera en que aparentan cumplir con la ley de todo tipo de
arrendamientos; y sabe también de qué forma “le dan la vuelta a la ley” para
dar la impresión de que son puntuales y estrictos en someterse a lo establecido
por la ley en cuestión. El gobernador de Chiapas conoce con exactitud y
oportunidad, cómo el presidente municipal Francisco
José Martínez Pedrero, el síndico Roberto
Arturo Morales Ortega y casi todos los regidores que lo acompañan, se
aprovechan del ejercicio de los recursos públicos y lo viene permitiendo, aun
cuando nada desconoce. ¿De qué se trata, Gobernador?
El gobernador Manuel Velasco Coello, aunque en apariencia sólo viene al municipio
de San Cristóbal, únicamente a correr, a fotografiarse, a contestar
“conferencias de prensa a modo”, a departir, a “inaugurar” y a complacer a los
de siempre, está enterado de todo, inclusive, sabe a detalle que hace unas
semanas, el Senador Roberto Albores
Gleason armó o le armaron un “fiestón político” muy al estilo coleto, donde
los anfitriones fueron Francisco José
Martínez Pedrero y sus más cercanos colaboradores, y que también asistieron
personas demasiado cercanas a él, entre los que destacaron su coordinador de
asesores, Eduardo Zenteno, el
Diputado Federal Eduardo Ramírez Aguilar
y otros empleados suyos del círculo más inmediato, de los que es común que
viajen en las aeronaves oficiales junto a “El Güero” Velasco. ¡Qué bonito!, le
cosechan al gobernador en funciones y ya le intentan agradar y encaramársele al
muy probable próximo gobernador chiapaneco.
Gobernador Manuel Velasco Coello, Lic. Fernando
Castellanos Cal y Mayor -Presidente del Congreso del Estado- y C.P. Humberto Blanco Pedrero, todos ustedes conocen muy bien, y si no,
es su obligación ya estar enterados de la manera y formas en que el
ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, viene desempeñándose y
prostituyéndose: corrupciones, tráfico de influencias, nepotismos, omisiones,
ineptitudes, descaradas simulaciones,
despilfarros de recursos del pueblo para construirle carrera política a Francisco José Martínez Pedrero y para
ya iniciar el posicionamiento del futuro candidato que los empresarios-políticos intentarán imponer en su momento. Si el
Ejecutivo del Estado y el Legislativo Local saben todo, como es su obligación,
¿por qué lo permiten? A estas alturas, ambos poderes del estado, deben saber y
comprender que ya resultan cómplices por omisión, cuando menos. Corríjanlo y
corríjanse, es su obligación constitucional
desde el primer momento en que asumieron sus respectivos cargos y que
protestaron “cumplir y hacer cumplir las leyes” de este país, las del
estado y las municipales.
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