Engañaba el
abuelo Fernando cuando decía que su nieto, el futuro
gobernador de Chiapas, se rodearía únicamente de personas honradas; hoy bien se
le podrían mostrar a todas aquellas que
no lo son y que están operando junto a él.
Engañaba el
abuelo Fernando cuando presumía que Manuel Velasco
Coello se haría acompañar solamente de personas eficientes; hoy se
le podría señalar a todos los que no lo son y los tiene como colaboradores
inmediatos.
Engañaba el
abuelo Fernando cuando insistía en que su nieto no venía
a perder el tiempo; hoy se le podría demostrar que lo está desperdiciando en
perjuicio de los más pobres de Chiapas.
Engañaba el
abuelo Fernando cuando juraba que Juan Sabines Guerrero
sería castigado por su nieto, “con todo el peso de la ley”, por todos los
abusos y atropellos que cometió. Ya transcurrieron casi dos años desde que asumió el poder y sólo ha
sabido ser cómplice.
Engañaba el
abuelo Fernando cuando aseguraba que su nieto gobernaría
y administraría a Chiapas, con chiapanecos. Mintió, ahí están ya los
fuereños sintiéndose “Hernán Cortés”; haciendo negocios, saqueando y zurrándose
en las leyes de Chiapas. Como siempre.
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