Apesta lo que mayormente se viene ofreciendo para integrar al ayuntamiento 2015-2018 en el municipio de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Apesta y demasiado cuando se observa que a la cabeza de la propuesta del PRI, va Carlos Zepeda Trujillo, hijo bajo dominio de quien sin rubor alguno y obedeciendo a sus intereses económicos, exclusivamente, del PAN brinca al PRI; del PRI salta al PAN; con un pie en el PAN se enchufa al VERDE Y AL PRI, y se reserva una mano para agarrarse del PRD o MORENA, si los llegara a necesitar.
Apesta cuando se ve que la propuesta del PRI aglutina, con esmero, a lo peor de los grupos políticos de “los altos de Chiapas": Leticia Lescieur, cuyo padre ya fue presidente municipal y se sirvió, espléndidamente, de los recursos públicos; Sergio Lobato, con su ayudante de muchos años, “El puma", que sintetiza muy bien la corrupción, prepotencia y cinismo, como formas de trabajo y reproducción de este grupo de poder y presión.
Apesta cuando asoma la cabeza y manos de la propuesta del VERDE, y vemos ahí a Marco Cancino, diputado local que ningún logro de impacto supo atraer; el que disfrazado de perredista ordeñó a los ex gobernadores Pablo Salazar y Juan Sabines, y que ahora le mama y usufructúa al Verde de Manuel Velasco Coello y de su mamá.
Apesta cuando ahí encontramos ya clavada a la mujer del honestito Hugo Pérez Moreno, como posible Síndica. Apesta cuando se ve claramente que a Marco Cancino lo avientan con las manos amarradas, los pies atados y los ojos vendados. Es la propuesta de impuestos, donde metieron las manos y hasta las patas, quien le dio la gana. Parece conformada para ROBAR Y ROBAR.
CONTINUARÁ.
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