Olvidados

Con tanto ruido y distracciones oficiales:  

Olvidados nos mantienen a los mexicanos, de toda la corrupción que se les ha venido documentando y exhibiendo al presidente de México, Enrique Peña Nieto y a su mujer la Gaviota.

Olvidados nos mantienen a los mexicanos, del tráfico de influencias, de las residencias inexplicables que le encontraron al Secretario de Gobernación, Miguel A. Osorio Chong.

Olvidados nos mantienen a los mexicanos, del ejercicio indebido de la función pública, del abuso de poder, de la deshonestidad en que incurrió el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, al adquirir una residencia en condiciones de compra, muy parecidas a la de la pareja presidencial.

Olvidados nos mantienen a los mexicanos, de los crímenes de Estado o ejecuciones sumarias, cometidas en San Fernando, Tamaulipas; Tlatlaya, Estado de México; Ayotzinapa, Estado de Guerrero; y tantas otras, que antes o después, se han cometido o solapado por el Estado Mexicano.

Olvidados nos mantienen a los ciudadanos, de la realidad económica del país, de la prostitución de la política y del enorme daño que diariamente se le infringe al tejido social mexicano.