Reflexiones y Precisiones

NADA NOVEDOSO EN CHIAPAS, el abstencionismo continúa profundizándose y los actores políticos, como siempre, se vistieron del mismo color que el gobernador Manuel Velasco Coello.

Quienes esperaban que la mayoría de los ciudadanos chiapanecos salieran a votar y expresaran su inconformidad y rechazo al gobierno verde, por todas las arbitrariedades, irresponsabilidades y locuras que vienen cometiendo desde el inicio del cargo, se quedaron sorprendidos, decepcionados o sólo encabronados. La abstención fue mayor a la observada en los recientes procesos electorales, y quienes se animaron a votar, la mayoría bien aceitada, lo hicieron por aquellos y aquellas que escogieron, vistieron y fueron impuestos por Manuel Velasco Coello, Leticia Coello Garrido y las mafias partidistas que desde la Ciudad de México palomearon a sus gallos, gallinas, pollos, pollitas o gatitos. Los resultados bien dan para afirmar todo esto e imaginar, con absoluta certeza, que nada diferente y bueno les espera a los chiapanecos. Habrá de continuar el jugar a hacer gobierno, el fingir ser gobernador del pueblo de Chiapas, el despilfarro de recursos públicos, el navegar sin rumbo, el “gobernar" con improvisaciones, el decidir divorciado de la sociedad y el sometimiento de los Poderes Legislativo y Judicial a una sola persona; Manuel Velasco Coello.

 

El oportunismo y cobardía de costumbre, la apatía y dejadez de siempre

Los actores políticos, hasta ahora determinantes en Chiapas, tienen bien claro que vestirse de un colorpolítico distinto al que utiliza el gobernador, su pareja, su mamá o todos ellos, no asegura atractivos frutos, buenas ganancias, buen negocio. Es una costumbre y tradición muy bien arraigada en los politiqueros del Estado, cuidar e imitar todo lo que el gobernador haga o deje de hacer. Los hombres y mujeres que en los últimos 15 años, con Roberto Albores Guillén, Pablo Salazar Mendiguchía y Juan José Sabines Guerrero, se vistieron de rojo y amarillo, fueron católicos o evangélicos, tomaban “DON JULIO" u HORCHATA, los mismos o sus descendientes; ahora visten de VERDE O MORADO hasta su ropa interior, caminan o trotan por las mañanas, emulan gestos y tono de voz, celebran fiestas enfundados en trajes de charro -algunos parecen mariachis-, intentan los mismos hábitos alimenticios de Velasco Coello o de su mamá, indagan sobre el mismo cirujano plástico y lo más reciente: todas quieren parecerse, hasta en el más mínimo detalle, a ANAHÍ, la esposa del gobernador.

 

Todo lo anterior y mucho más, como el único pobre recurso que ellos y ellas tienen, para llamar la atención de los dioses, quienes hoy hacen y deshacen en Chiapas: para ganarse una promoción, para cumplir sus sueños -menos los húmedos-, para obtener cariños temporales o amores de paso, para escuchar un “qué bien", “te debo una", “te quiero mucho" o un “gracias, baby". Niñerías oficiales, irresponsabilidades, actitudes absurdas, comportamientos indignos y de ignorantes, conductas frívolas que cimientan peores escenarios de pobreza, enfermedades, ignorancia, hambre, insatisfacciones e injusticias sociales, aún más desgarradoras que las que ya hoy se padecen en las áreas rurales y urbanas de Chiapas. Quién sabe cuánto más soporte el pueblo de Chiapas, quién sabe hasta cuándo alcancen sus riquezas naturales, económicas y humanas, quién sabe, pero ya los ruidos andan por las calles de los pueblos y ciudades, las carreteras, las plazas públicas, los edificios de gobierno, los centros comerciales, las instituciones financieras. Por todas partes ya se manifiesta, abiertamente, la inconformidad social y la necesidad de echar fuera de Chiapas y de México, lo podrido, lo que ya huele muy mal, lo que ya es insoportable para millones de mujeres y hombres.

 

¿Loquitos o tontitos?

Ante los resultados electorales recientes, comprados, rentados o prestados por el partido Verde-ecologista en Chiapas, son muchas las mujeres y los hombres que hoy afirman, a gritos y sombrerazos, que: el gobernador verde madrugó al PRI, que es incalculable la capacidad de convocatoria de Manuel Velasco Coello, que está imparable (a lo mejor eso sí es cierto); que es El potrillo del Sur que en la próxima carrera a “Los Pinos", va a “clarear" a los caballos viejos. Puras boberas, formas de comportamiento para manosearles la cabeza al Güero y a la Güera de su mamá: tan simple y tan sencillo, esa es la apariencia, la escena que el gobierno de la República quiso construir en Chiapas, así necesita los rasgos políticos, por ahora. En la configuración de la fisonomía política territorial, hoy, este fue el papel que El poder político mexicano decidiópara los chiapanecos. Como en otras ocasiones ha sucedido, cuando La mafia política del centro del país ha ordenado que Chiapas tenga gobiernos; rojo, amarillo y ahora verde. Nada que el Gobernador madrugó o que es enorme su capacidad de convocatoria: esa fue la orden y la ejecutó.