Piensa, Prensa y Pega.

3 de agosto de 2011

Reflexiones y Precisiones

Información desgarradora y preocupante. Quién sabe si a los “gobernantes” y la clase política mexicana, de todas las latitudes, les dé la cabeza para avizorar lo que en México podría sobrevenir en cualquier momento, cuando ya hasta oficialmente se acepta y se da a conocer que en la República Mexicana los pobres en condiciones lastimosas son ya más de 57 millones de habitantes. El anuncio lo hizo el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) el 29 de julio, públicamente, y con datos adicionales que indudablemente tendrán repercusiones políticas que se reflejarán en el proceso electoral del 2012, pero ya desde ahora debe mover a la reflexión consciente del gobierno y sociedad, sobre el quehacer urgente que a cada uno corresponde desempeñar.

Las conclusiones ofrecidas por el Coneval, que exhiben un rotundo fracaso institucional, con mayores padecimientos para los ciudadanos, sin duda, incidirán en la definición de los resultados en los municipios y estados donde haya futuras elecciones y, por supuesto, en el nombramiento del próximo presidente de México, seguro.

Desde que inició el proyecto MIRADA SUR, cada vez que se presenta la oportunidad, en “Reflexiones y Precisiones” siempre se ha dicho que en este país, en Chiapas y en el municipio de San Cristóbal de Las Casas, particularmente, las cuestiones sociales, económicas y políticas, van de mal a peor y del abandono al olvido. Al mismo tiempo que aquí, quienes detentan el poder, los que son encumbrados empleados de algún nivel de gobierno o aquellos que se benefician, directa o indirectamente de los negocios gubernamentales, se niegan a ver que la realidad social, diariamente empeora y que la sintomatología que anuncia probables estallidos sociales de muy lamentables consecuencias, cotidianamente envía advertencias inequívocas con señales precisas.

Mientras a las condiciones de bienestar social de los mexicanos se les ve empeorar dramáticamente, las diferentes instancias del gobierno federal, en todos los medios de comunicación a su servicio, anuncian que van mejor que nunca y que sin ellos la vida mexicana enfrentaría sufrimientos mayores. En Chiapas, el gobierno del estado permanentemente bombardea con información turrón o espuma para confundir o hacer creer que los chiapanecos ya están condenados a la felicidad, que el futuro inmediato y mediato está resuelto satisfactoriamente.

Las autoridades de Chiapas expresan con sus hechos, que para trasladar a los chiapanecos del casi infierno al casi paraíso, de las miserias a la abundancia, trajeron las “Ciudades Rurales”, las “Fábricas de Biocombustibles”, el “Oportunidades”, el “70 y más”, el “piso firme”, el “Chiapas Solidario”, una “Nueva Constitución”, y a Magdy Martínez Solimán, el bocón de la ONU, para publicitar todo a escala nacional e internacional. Pura cosmetología corriente y de aventuras, encarecida, y que aun cuando no se han ido, ya se les desmorona en las manos, se desvanece frente a ellos y, prematuramente, se le agotan sus encantos.

En el municipio de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, en tiempos de esta realidad desastrosa, de verdadera emergencia nacional, anunciada por el Coneval, donde da cuenta que a nivel nacional sólo del año 2007 al 2010, se incrementaron en 13 millones el número de pobres en el país, de aquellos que no tienen para vivienda, salud, calzado, transporte público, alimentación y educación, lo básico; en este escenario de vergonzoso fracaso generalizado de las políticas públicas, colapso del modelo de desarrollo económico, naufragio de los gobiernos, de todos los partidos políticos y de los ciudadanos de este país, que acostumbramos evadir nuestras obligaciones, en este contexto, el Ayuntamiento coleto, en 7 meses ha demostrado que se mueve en silla de ruedas y que nació incapacitado hasta para realizar sus necesidades fisiológicas elementales, figurativamente hablando.

En estos momentos de verdadera crisis nacional, con sufrimientos en todos los ángulos de la vida diaria, cuando sociedad y gobiernos deben responsabilizarse celosamente de sus deberes –con honestidad, visión, pulso, prontitud y sensibilidad-, resulta que las autoridades coletas (presidenta, síndico y regidores), no pueden ni siquiera con los agujeros en las calles de la ciudad, se ufanan de avanzar –tapando hoyos- 1,500 metros cuadrados en 7 meses. En 214 días, no han encontrado cómo encaminar una solución definitiva al problema de la basura, lo han encarecido y complicado; mantienen paralizado el asunto del nuevo mercado; tienen atorada la “unidad administrativa municipal”; no pudieron con las 21 obras que les ofreció el gobernador; y la inseguridad municipal ya adopta matices que van del temor al terror y de la preocupación a la desesperación.

Decepcionante, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, el Ayuntamiento, cuando debe de estar sesionando, conociendo, analizando, evaluando y organizando las tareas municipales comunes, está festejando o definiendo cómo evadir sus funciones de fondo, cómo justificar sus salarios insultantes, cómo distraer a la colectividad para que no vean las ineptitudes y desgracias de sus autoridades, buscando cómo confundir y hacer creer que cumplen con sus obligaciones y que se debe seguir votando por ellos. Como van, están atrapados y sin salida, tempranamente fracasados y sin remedio. En las condiciones de un cadáver en acelerada descomposición, complicando y contaminando todo, obstaculizando el bienestar social necesario y nuevamente, como siempre, facilitando corrupciones que sus mismos integrantes reconocen. Además de estimular trivialidades y alimentar desvaríos.

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