Piensa, Prensa y Pega.

24 de agosto de 2011

Reflexiones y Precisiones

La reforma al artículo 41 de la Constitución local, muy probable señal de ajuste para el gobernador interino que estaría por llegar. Considerando elementos objetivos y subjetivos de la realidad política y administrativa de Chiapas, los indicadores observables y los comentarios fundados, todo parece indicar que quienes son los dueños del poder político en México ya decidieron qué capítulo sigue para los chiapanecos: quiénes deben ya irse, cuáles serán los nombres de los que llegarán para operar la transición local y nacional, y cómo debe desarrollarse la próxima película de distracción para los habitantes de esta entidad federativa.

Aquellos que siempre deciden por el pueblo de Chiapas –si no sucede alguna novedad mayor-, de nueva cuenta lo harán por ellos, atendiendo los intereses económicos y políticos de la politiquería nacional, su hambre de saqueos, sus abusos desmedidos, y los enriquecimientos insultantes que acostumbran, ellos y sus empleados locales, del color que sean.

Frente a evidentes ejemplos estatales –inobjetables y deliberadamente disfrazados-, de fracaso institucional, quiebra económica gubernamental, mal logrados programas oficiales y estrecho margen de maniobra para que el estado continúe suplantando con publicidad, las metas y objetivos trazados y extraviados; en este escenario de deudas, desorden, desmoronamientos, desgracias sociales aún manejables, frivolidades institucionalizadas y un proceso electoral federal y estatal que en la práctica ya inició; arrecian más que nunca, los sonidos y aromas indicando que Don Juan será promovido y que tomará posesión un equipo de transición ya definido, cuya prioridad será concretar las cifras estimadas y urgentes para las elecciones venideras, al precio que sea, del color que se necesite y a la velocidad que se requiera “con todo el poder del Estado”.

Una reforma constitucional iniciada en el poder legislativo de Chiapas, que trata sobre el nombramiento de gobernador interino o sustituto, conocida el 15 de agosto, podría resultar el indicador más claro y firme de que ya se está maniobrando oficial y formalmente para acomodar en el Poder Ejecutivo chiapaneco a quien tendrá todo el apoyo del presidente Felipe Calderón para adquirir, lavar y cocinar los pollos, gallos y gallinas que habrán de empanizarse en esta su emergencia federal donde al Partido Acción Nacional ya se le observa resuelto a defender con todo, la Presidencia de la República, o cuando menos, salir por su propio pie, no a rastras y mucho menos descalabrado o desnudo.

Si los dioses no disponen otra cosa o el diablo no se les atraviesa, cualquier fin de semana podrían levantar a Don Juan, lo protegerán bien y colocarán aquí “con todo el poder de Don Felipe”, quien tratará de empanizar a Chiapas o, mínimamente, evitar que el PRI obtenga los 900 mil votos que dicen ofreció El Diablillo para poder llegar al CDE del PRI. Si le damos cabida con los convincentes indicadores administrativos y políticos, locales, y los correlacionamos a la no casual iniciativa de reforma constitucional al artículo 41, en pocas semanas podríamos ver a muchas viudas de negro, con el vestido corto, y por todo Chiapas; a huérfanos y huérfanas de padre, sí, sólo de la figura paterna, porque de la materna constantemente dan muestras de nunca haberla tenido.

Urge encarcelar a algunos diputados y ex diputados. Ahora que los gobiernos necesitan hacer más ruido, construir cortinas de humo, confundir o distraer, tienen una excelente oportunidad para explorar con material de combustión diferente, ya no sólo de los municipios o del Poder Ejecutivo, sino echar mano del buen material que siempre produce el Poder Legislativo, donde proliferan los legisladores traficantes de todo, comerciantes, excelentes vividores de los recursos públicos.

Unos más, otros menos, cualquier ciudadano conoce de las perversidades que acostumbran los Legisladores chiapanecos. Se asocian con proveedores de todo tipo de mercancías, adoptan despachos contables, acuerpan a fraccionadores, apadrinan constructoras y antes que identificar, iniciar y procurar leyes actualizadas y verdaderamente humanas, se dedican a promover negocios, en los que a cambio de ofrecer omisiones, acompañamientos sospechosos o abiertas complicidades desde el Congreso, los presidentes municipales terminan por aceptarles al “contador externo” que les cuadrará la cuenta pública, y si es necesario, les enseñará lo elemental para obtener recursos extras “sin contrariarse” con las leyes.

Igualmente, la mayoría de los diputados locales siempre cargan consigo sus portafolios con las imprescindibles laptops, en las que llevan el registro actualizado de los proveedores capaces de resolver cualquier necesidad material o económica de una administración pública municipal. Por supuesto, los diputados son diligentes busca obras de las constructoras, ante los presidentes municipales. Los legisladores, generalmente, viven y se enriquecen, ofreciendo a los alcaldes, cabildear a su favor, política y administrativamente, ante cualquier autoridad superior a ellos; prometiendo bajar recursos y ofreciendo las impunidades necesarias; ofertando promociones políticas, todo, a cambio de hacerlos partícipes y compartir con ellos ventajosamente, el negocio municipal. Por todo ello, cuando se persigue y encarcela a un presidente municipal, síndico, tesorero o director de obras públicas, mínimo, también debería de perseguirse y llevar a la cárcel al diputado de su distrito y a uno que otro de las comisiones de vigilancia y hacienda del Congreso anterior o del que está en funciones.

Hoy, aquí en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, tenemos el caso de una ex diputada del PAN, ex presidenta de la Comisión de Hacienda del Congreso que bien podría ir a la cárcel por enriquecimiento ilícito, pues en sólo tres años pasó de apurada económicamente, a muy rica, de tener casi nada, a poseer lujosos automóviles y bienes raíces que no tienen relación alguna, razonable, con el monto total de sus salarios obtenidos. Ahora ya se alista para ser presidenta o regidora coleta.

No pocos diputados, utilizando su cargo, se vuelven ricos y luego alcaldes, y no faltan presidentes municipales que se hinchan de dinero y después terminan de diputados. Ambos cargos demuestran ser buenos negocios, por eso las frecuentes disputas, los encarnizados y comunes enfrentamientos y las grandes inversiones económicas, con sacrificio de dignidades –si es que aún la tienen- para llegar a ellos. Urge sentar precedente “replicable en otros estados”, encarcelar a algunos ex diputados y diputados; existen fundamentos sólidos, muchos cabos sueltos, patrimonios insultantes mal habidos y muy visibles. Si algo faltara, bastaría con entrevistar a algunos ex presidentes municipales y funcionarios, ofrecerles volverlos testigos protegidos y, seguro, aportarían sobrados elementos para meter a la cárcel a la mayoría de los integrantes de la Legislatura anterior y poner en salmuera a los de ahora. Don Juan, a usted que le gustan las novedades, anímese, encarcele siquiera a unos 10 ex diputados y unos 3 actuales, créalo, “sería histórico” y de pasada, le ablandaría el suelo político chiapaneco al presidente Calderón, podría ponerlos flojitos y cooperando.

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