Piensa, Prensa y Pega.

10 de agosto de 2011

Reflexiones y Precisiones

La Constitución general de la república, en su artículo 115, la Constitución de Chiapas y la Ley Orgánica Municipal, establecen la obligatoriedad de los municipios en la prestación de los servicios públicos, y entre éstos se encuentra el del rastro municipal, que debe funcionar en condiciones satisfactorias de higiene y salud, dada las consecuencias que en términos de salud pública podría llegar a tener el ofrecer un servicio insalubre, antihigiénico y con sacrificio de ganado bovino revisado de manera relajada o fuera de inspección y control de enfermedades como la tuberculosis, brucelosis o con ingestiones de “clembuterol”, entre otras enfermedades y sustancias de enorme riesgo y potencial para desarrollar enfermedades, intoxicación humana o epidemias que nadie desea, pero que podrían estar muy cercanas.

En San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, desde siempre, las condiciones en que se da el servicio público del rastro han sido de las peores, exponiendo la salud y el bienestar de los miles de habitantes de la ciudad, más la población flotante, como consecuencia de ser cabecera regional de la zona indígena y polo de atracción turística nacional e internacional.

Hoy, el funcionamiento irresponsable del rastro municipal, alejado de los mínimos cuidados que establece la “Norma Oficial Mexicana” y demás leyes en la materia, coloca en grave riesgo la salud pública de no menos de 100 mil habitantes, que en cualquier momento podrían desarrollar padecimientos con consecuencias para su salud y economía.

De lo que hoy sucede en el rastro coleto, no son responsables los introductores del ganado bovino, los que sacrifican a los animales, los comerciantes de la carne de res que se expende en los mercados y mucho menos, los trabajadores, el culpable principal de las irresponsabilidades y negligencia, casi criminales, cometidas en el rastro, es el Ayuntamiento que preside la profesora Cecilia Flores Pérez, quien ofreció “El Cambio” y en 8 meses, también en la cuestión de este servicio público básico, lo continúa igual que los otros gobiernos.

En el rastro municipal coleto, además de lo que cada uno puede apreciar, reflexionar y concluir, con las crudas imágenes obtenidas por Reflexiones y Precisiones, debe agregarse que personas relacionadas directamente con las actividades del mismo, confiaron que desde hace casi un mes, retiraron al Médico Veterinario de apellido Flores y que a la fecha, todavía no hay quién dé seguimiento profesional a los trabajos de inspección, “análisis” y “diagnóstico”, empíricos, que “normalmente” ellos acostumbran hacer. Más grave aún.

Aquí la muestra gráfica de las insalubres instalaciones en las que se encuentra el rastro municipal:

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