En color morado,
han decidido, con todo, jugar, entretener y apostar: el gobernador de Chiapas, Manuel
Velasco Coello y su mamá, Leticia Coello Garrido.
En color morado ya
se les ve a los mercenarios de la política; aquellos y aquellas que en
ocasiones se han rentado al PRI, al PAN, al PRD, al VERDE, al PANAL y a
quien algo les ofrezca para que vivan aunque sea como reptiles, arrastrándose.
En color morado
o verde-morado, ya se observa a los más cercanos al gobernador
y su mamá. Nadie escapa al morado, si aspira a cargo de regidor,
síndico, alcalde, diputado local y en verde-morado, a diputado federal,
senador y gobernador.
En color morado,
verde-morado, azul-morado, amarillo-morado y rojo-morado, ya
se ve a las mujeres y hombres que siempre han ayudado a que los gobernadores se
sientan dioses; roben, engañen y atropellen a los chiapanecos,
¡LA LOCURA! convertida en
moda. Los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, chiapanecos, en color
VERDE-MORADO. Ya hasta preparan la canción, “morado es mi color", sin
agraviar al “líder inmoral” quien cree que va a mover a Chiapas con
despensas y con compras de conciencias.
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