Grillermina
Vela, directora de la Facultad de Derecho de la UNACH, resultó “más cabrona que
bonita”.
Grillermina pisoteó
a los alumnos, a trabajadores administrativos, a investigadores y a los
docentes de licenciatura y postgrado de la Facultad, al hacer que “propios y
extraños” la impusieran como directora de esa CASA DE ESTUDIOS.
Grillermina hizo
que casi toda la Suprema Corte de Injusticia de la Nación, accionara y
presionara, para que ella fuera impuesta violentando la autonomía
universitaria.
Grillermina, más
cabrona que bonita zarandeó, cacheteó, hincó y humilló a su
antojo, a todo un grupo de trabajadores administrativos y docentes, licenciados
y doctores, que siempre habían sido escuchados y respetados por el rector
en turno.
Grillermina, más
cabrona que bonita, le lloró a magistrados, logró causar
lástima a diputados, manipuló a legisladores, dividió a la comunidad
universitaria y supo enfrentar alumnos contra maestros, para arrinconar a la
rectoría y finalmente, lograr su máximo sueño terrenal: directora de la
Facultad de Derecho.
Grillermina,
¡CUIDADO! “la película” no ha terminado; la función es de permanencia
voluntaria, y al final, como siempre, muere el perverso o la villana.
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