Reflexiones y Precisiones

La arrechura política, en Chiapas, a todo lo que da

Por estos días, las mujeres y los hombres que sólo saben vivir dedicándose a la politiquería, se desayunan, comen y cenan, politiquería en cualquiera de sus formas. Ya no encuentran color para vestirse y algunos ya casi probaron de todos los colores, nombres y hombres. La desvergüenzaabsoluta se observa en todos ellos y ellas: la misma verborrea, sus mismos acompañantes, las mismas actitudes fingidas, sus mismos jilguerillos y plumas compradas que les aplauden cualquier ocurrencia absurda o banal. Los habitantes del estado de Chiapas, al igual que todos los de la República Mexicana, se encuentran atiborrados de publicidad, acosados por radio, televisión y cualquier otro medio de comunicación que pueda resultar útil para convencer o confundir, durante el proceso electoral que habrá de concluir cuando se elija a los futuros traidores al pueblo de México. Algunos y algunas, en su mayoría, ya son traidores probados, otros que recién asoman, aún de lejos se les ve madera y molde de potenciales sinvergüenzas, no pocos ya traen hasta el apellido incluido. Como siempre, durante décadas, nada nuevo se ve llegar, ninguna esperanza se observa y bien da para concluir que el sistema político mexicano se continuará descomponiendo, pudriéndose y acarreando o atrayendo, más injusticias, peores escenarios de miseria y mayores sufrimientos, mientras el pueblo mexicano lo permita con su apatía, desorganización y falta de responsabilidad social. 

 

Enorme la comezón política en hombres y mujeres de Chiapas. No es un fenómeno social cualquiera el que nuevamente sucede en la entidad, es la inquietud manifiesta por participar en el negocio más redituable de todos los tiempos: menor inversión, menos trabajo y mayores ganancias. Esto es a lo que llaman política; por esto, muchas y muchos son capaces de entregar o apostarlo todo, incluida, dignidad, honradez y vergüenza, cuando tienen. En el sistema político mexicano, la comezón política se da en todos los sentidos y hoy la encontramos en todas partes. En los municipios y estados del país, el interés vuelto locura, por incorporarse o continuar en el negocio de la política, se traduce en los hechos en ofrecer de todo y traicionar a quien sea por obtener una   regiduría, sindicatura, presidencia municipal, diputación local, diputación federal y si no, aunque sea cualquier cargo que dejen vacante en la administración pública del estado o municipal. Estas disputas, negocios, mueven hoy y como siempre, a la clase política que se agita y entretiene por un cargo de “elección popular”, el único negocio moderno donde se puede mentir, robar y ofrecer lo que nunca se va a cumplir,  sin que alguna autoridad le ponga freno; en la total impunidad y con la certeza de que entre mejor delincuente se logre ser, mejor futuro le depara. La delincuencia organizada le llama carrera política. 

 

En Chiapas, la clase política y sus representantes en los cargos públicos hoy están del todo ocupados en escoger y acomodar a aquellos y aquellas que continuarán en el NEGOCIO más redituable del momento, LA POLÍTICA, vivir y multiplicarse con los recursos del pueblo, desde un cargo de regidor, síndico, presidente municipal, diputado local o federal, sin ningún compromiso social y con “permiso para traficar”. DELINQUIR Y MENTIR, no otra cosa, dan forma y contenido a la actividad que hoy llaman política, ni más ni menos, lamentablemente. 

 

En Chiapas, los más preocupados por colocar a sus “mejores” piezas en el negocio que está cambiando inventario humano, son: Manuel Velasco Coello y Leticia Coello Garrido, el gobernador y su mamá, para hacer crecer y consolidar su poder político, y para multiplicar y enraizar sus riquezas económicas. Estas pobrezas entretienen a MAMÁ e HIJO y ninguna preocupación social, verdadera, les causa insomnio, tristemente para los ciudadanos chiapanecos. Ninguna duda cabe, así lo han venido demostrando durante más de dos años de GOBIERNO VERDE. 

 

EN CHIAPAS, EL GOBERNADOR Y SU MAMÁ, en el municipio de San Cristóbal de Las Casas, es a los Lescieur, Lobato, Díaz, Sarmiento, Zepeda, Bermúdez, Morales, Cancino, Hernández Cruz, entre los principales, a quienes preocupa el NEGOCIO MUNICIPAL, el acomodo de las piezas humanas en el gobierno o la administración, para continuar aprovechándose de las decisiones y los recursos económicos del pueblo sancristobalense. Ahí vienen los viejos o sus descendientes,  los compadres, los ahijados, el yerno, la nuera, los nietos, la familia, a lo mismo; a utilizar el cargo y aprovecharse de las decisiones, a engañar, sustraer, distraer y a fingir “Amor por San Cristóbal”, cariño por SU TIERRA, así lo dicen y así actúan, como si fuera de ellos. La situación municipal continuará igual o peor, mientras los ciudadanos lo permitan con su desorganización, apatía, divisionismo estúpido, tremendo amor a lo individual y desprecio al bien común.

 

Como porcinos en celo o caninos hambrientos, los “ilustres”apellidos coletos hacen rueda y bulla donde encuentran sombra; como mamíferos sedientos se arriman en montón a cualquier bebedero; con cualquier pretexto y a la menor provocación, hacen declaraciones huecas y ridículas; y sin ningún recato, cuidado o pena, se tiran a los pies de todo aquél o aquella que consideran les puede garantizar futuro político o éxito económico. Lo traen en la sangre, les estimula los sentimientos y hasta les apasiona confesarlo. A la degradación y perversión humana, ellos y ellas la llaman pasión por servir; y ofrecerse al mejor postor, le nombran actitud de servicio.

Este es el nivel de PROSTITUCIÓN Y EXTRAVÍO al que los “políticos” han llevado el ejercicio de lo que debiera ser POLÍTICA en Chiapas y, particularmente, en el municipio de San Cristóbal de Las Casas.