¿Quién asesoró a la presidenta municipal para armar su más cercano equipo de trabajo, el que debe ser a prueba de bomba, balas y bazookas?.
¿Quién no le dijo a Ceci y a sus muchachas, que su primer círculo de poder debería estar preparado para no dormir, no comer, no mentir, no soñar, no temer, no olvidar y no fingir?
¿Quién no alertó a Flores Pérez que hacer “Buen Gobierno y Administración” no serían 18 meses de pachangas, paseos, poesía, canto, oratoria, festivales, danzones y mariachis?
¿Quién traicionó a la profesora Cecilia al definir puestos y perfiles, que seguramente explican en mucho los trastabilleos y desvíos en que se mueven?
¿Quién no le dijo a Ceci y a sus muchachas, que su primer círculo de poder debería estar preparado para no dormir, no comer, no mentir, no soñar, no temer, no olvidar y no fingir?
¿Quién no alertó a Flores Pérez que hacer “Buen Gobierno y Administración” no serían 18 meses de pachangas, paseos, poesía, canto, oratoria, festivales, danzones y mariachis?
¿Quién traicionó a la profesora Cecilia al definir puestos y perfiles, que seguramente explican en mucho los trastabilleos y desvíos en que se mueven?
EL PELLIZCO:
¿Por qué tras de Ceci, como Secretaria Particular, una psicóloga; en la Secretaría Privada, una odontóloga; en Comunicación Social, un biólogo; en Servicios Públicos, un pediatra?
¿Por qué en Relaciones Públicas, una contadora privada?; en Participación Ciudadana, un Ing. Electromecánico; en la “planeación para el desarrollo municipal” (COPLADEM), un preparatoriano; y en la Policía Municipal, alguien que por sus antecedentes federales, estatales y municipales –bien documentados-, da miedo referirse a él?
Cuentan que un día cualquiera, al llegar un ciudadano en busca de la presidenta y leer los nombres y profesiones de los funcionarios, expresó: “¡ah caray, me confundí, estoy en un hospital, no en la presidencia municipal!” ¿Tan grave estará todo allá en Palacio Municipal?
¿Por qué en Relaciones Públicas, una contadora privada?; en Participación Ciudadana, un Ing. Electromecánico; en la “planeación para el desarrollo municipal” (COPLADEM), un preparatoriano; y en la Policía Municipal, alguien que por sus antecedentes federales, estatales y municipales –bien documentados-, da miedo referirse a él?
Cuentan que un día cualquiera, al llegar un ciudadano en busca de la presidenta y leer los nombres y profesiones de los funcionarios, expresó: “¡ah caray, me confundí, estoy en un hospital, no en la presidencia municipal!” ¿Tan grave estará todo allá en Palacio Municipal?
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