En aprietos, se les observa a las autoridades de la
Secretaria de Hacienda y a legisladores del Congreso de la Unión, teorizando
sobre cómo hacerle para evitar que los gobiernos de los Estados y municipios,
continúen endeudándose irresponsablemente, y que ello conduzca a mayores apuros
económicos a las futuras administraciones estatales y municipales.
Los profesionales
de Hacienda y los expertos consultores
del poder legislativo federal, hasta hoy han dicho de todo y han llegado a
nada. Está fácil frenar a los abusivos y
corruptos gobernadores y presidentes municipales: que se les autorice solicitar
dinero prestado, pero únicamente lo que puedan pagar ellos durante su
respectiva administración, y que se les prohíba, terminantemente, heredar
deudas o laudos a los gobiernos siguientes. Está fácil, y aprovechando el
viaje, que le apliquen también el mismo tratamiento y en la dosis
apropiada, al Ejecutivo Federal, que normalmente
acostumbran endeudar cada vez más a los mexicanos.
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