Los chiapanecos se dan cuenta de que el gobierno del Estado y los ayuntamientos
juegan al combate a la corrupción, a
las apariencias, a la democracia, a la transparencia, a la lucha en contra de
la impunidad, al cumplimiento de sus obligaciones y al respeto a las leyes que
en este país existen para garantizar, cuando menos, un mínimo de bienestar,
desarrollo y paz, sociales. Los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y los
ayuntamientos chiapanecos, juegan a
que cumplen con sus responsabilidades, con las que podrían promover y construir
el bien común, solo eso; al mismo tiempo que van dejando sobradas evidencias de
que, en esencia, muy poco o nada de eso les importa, que únicamente les
interesa hacer y proyectar negocios, consolidar relaciones y dinero, para
continuar sus respectivas carreras políticas, para lo mismo, procurarse poder y
dinero, mal habidos.
Los chiapanecos se dan cuenta de
cómo el gobernador de
Chiapas, Manuel Velasco Coello, se ha venido
quejando de la quiebra económica en que recibió la administración pública;
de la enorme deuda que le heredó el ex gobernador Juan José Sabines Guerrero, su compadre; de la escases de recursos
económicos para atender las necesidades más urgentes del pueblo de Chiapas; del
desorden administrativo que encontró en todas las Secretarías de Estado; de la
tremenda carga que representa el costo de la deuda pública y privada; y de las
necesidades y demandas ciudadanas sin atender, por falta de dinero o
irresponsabilidad, desde hace mucho tiempo: pero, en casi siete meses que ya lleva como Gobernador, nada suficiente
y claro ha hecho por investigar y obtener resultados que permitieran deslindar
responsabilidades y aplicar justo castigo a todos aquellos que durante los
últimos doce años, han saqueado los recursos del pueblo chiapaneco.
Los chiapanecos se dan cuenta de cómo su gobernador, por un lado, lamenta la deuda heredada y por el otro,
sólo en sus primeros cien días, ya le sumó otros 5 mil millones de pesos a la
deuda existente, y en la última semana
del mes de mayo, ya solicitó otros 1400 millones de pesos, sin que hasta ahora
explique, como es su obligación hacerlo, en qué se gastaron los 5 mil millones
que el Congreso del Estado le autorizó obtener vía deuda. Es su obligación,
porque está disponiendo de recursos públicos, de los dineros del pueblo, frente
al cual protestó cumplir y hacer cumplir las leyes. Solamente en lo referente a
combatir la corrupción del gobierno anterior, basado en las normas jurídicas,
haciendo valer el estado de derecho, ha hecho nada verdaderamente serio, por
castigar a los responsables de la escandalosa sustracción de los recursos de la
colectividad, que debieron aplicarse para prever o resolver las necesidades más
urgentes de los ciudadanos de las áreas urbanas
y rurales; los que nítidamente ven cómo Manuel Velasco Coello juega a las apariencias e invita, fuerte y con claridad, a que se
olvide el pasado. Un pasado lleno de pillerías, atropellos,
irresponsabilidades y abusos institucionalizados.
Los chiapanecos se dan cuenta de
que Manuel Velasco Coello ofreció un gobierno atractivo socialmente, diferente
a los corruptos y frívolos, sin embargo, en lo que lleva como autoridad, está
dando muestras de que su gobierno y administración, serán nada diferente a los
otros gobernantes. Otra vez, en muy poco tiempo, ya quedó claro que no habrá
división de poderes, pues ya colocó a su ayudante,
Fernando Castellanos Cal y Mayor
como “líder” del Congreso del Estado, y a su promotor de última hora Rutilio
Escandón Cadena, como titular del poder judicial. Si de nueva cuenta, en
Chiapas, no se da el desempeño responsable y respetuoso, de cada uno y entre
los tres poderes, se volverá a repetir la historia de siempre: desde el
principio y hasta el final, viviremos la experiencia acostumbrada; la de otro
gobernador más, avasallador, arbitrario, absolutista, de abusos y atropellos,
al que veremos hacer y deshacer lo que se le antoje a él, sus familiares,
amigos, su partido político y todos aquellos y aquellas que sepan llegarle, obtener
sus medidas, tomarle el pulso y sacarle provecho.
Los chiapanecos se dan cuenta de
que en la práctica -en las decisiones,
acciones y reacciones -, su gobernador Manuel
Velasco Coello bien pudiera ser la copia más fiel y autentica de los
gobernadores priistas, y que lo de “Verde” sólo lo trae y se le nota en el
uniforme. La lógica y ejemplos que Manuel
Velasco Coello utiliza para visualizar y distribuir el poder, entre los
diferentes grupos políticos, ha sido la misma; se privilegia la docilidad, el
potencial para la complicidad y la cercanía a él, antes que la capacidad y
perfil profesionales que se necesitan en los nuevos funcionarios de primer y
segundo niveles, cuando menos. Ya
abundan los dobles discursos; prematuramente, ya son bastante notorios sus
abusos retóricos y comportamientos mal
calculados y pésimamente operados; y lo peor entre lo peor es que ya
trascienden los nombres de los que tras de él, ponen y disponen en las
decisiones políticas, administrativas y para los futuros negocios con la obra
pública, las adquisiciones y los contratos y arrendamientos. Todo ya bien
amarrado para obtener el mejor provecho personal y posible en el ejercicio del
gasto corriente y el de inversión, y desde cualquier posición política,
presente y futura.
Los chiapanecos se dan cuenta de
cómo “El güero” Velasco, otra vez, ya casi ha terminado de armar todo
para que en la entidad se vuelva a repetir la misma historia: engaños completos
o a medias, al ofrecer que “El Plan
Estatal de Desarrollo”, ahora sí es el bueno y que con él se logrará
desarrollo, bienestar y paz, sociales, para los chiapanecos; que ahora sí el
equipo de trabajo será honesto, aunque ya huela a lo contrario; que ahora sí
habrá justicia y combate a la corrupción e impunidad, y ya se ve lo opuesto con el trato que están
recibiendo Juan José Sabines Guerrero
y sus colaboradores, a los que se les está dispensando todo, y no los trata
como los delincuentes que son, a los que debe hacer que regresen lo sustraído y
luego llevarlos a la cárcel.
Los chiapanecos se dan cuenta de
que están bastante cerca de
que este gobierno resulte igual o peor que los otros. Los chiapanecos sí se dieron
cuenta de que el mismo día en que Manuel
Velasco Coello solicitó otro préstamo por 1400 millones de pesos y que
también abrió la puerta para que los ayuntamientos puedan continuar
endeudándose irresponsablemente, ese mismo día y en la misma sesión de la LXV
Legislatura, TAMBIÉN APROBARON LA CUENTA
PÚBLICA CORRESPONDIENTE AL CUARTO TRIMESTRE DEL 2012, EXONERANDO DE TODO Y SIN
NINGÚN INCONVENIENTE, AL EX GOBERNADOR JUAN JOSÉ SABINES GUERRERO. Gobernador, antes que pedir prestado más
dinero, se debiera recuperar lo que se llevó Sabines y su banda. Defínase,
sólo tiene dos opciones, ser congruente o cómplice del saqueo al pueblo chiapaneco.
Gobernador, del Congreso Chiapaneco
ni se preocupe, ya hizo lo que Ud. le ordenó, y con ello ya resulta coparticipe
del endeudamiento irresponsable, la corrupción y la impunidad, sabinistas.
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