Por
lo que se vivió en la sesión pública del cabildo el 17 de julio,
no cabe duda que en el municipio de San Cristóbal de Las Casas,
Chiapas, “gobierna y
administra” un
ayuntamiento totalmente prostituido
en su quehacer institucional, decidido a llevarse lo más que pueda
de recursos públicos. Si se desempeñaran con honradez ¿qué caso
tiene esconder información?
Si
en su momento la Auditoria
Superior de la Federación,
se decidiera por aplicar una auditoria física-financiera, a todos
los recursos federales destinados a este municipio, como van las
cosas y los casos, a todos los que han firmado sin ver, se les podría
iniciar juicio político, destitución, proceso judicial, deslinde de
responsabilidades y luego llevarlos a un reclusorio, donde deberían
estar si valoramos correctamente el “cumplimiento”
de sus
responsabilidades y su perfil psicosocial.
¿Qué
pasaría si el regidor Camacho
Velasco, de
considerarlo necesario, se decidiera por obtener mediante un
amparo, toda la
información de los nueve meses que celosamente esconden Francisco
José y Roberto Arturo,
con la complicidad de domesticables regidores?
Cuando
menos de político insensible y de demasiado confiado en su seguridad
personal, se le puede
calificar al gobernador Manuel
Velasco Coello,
cuando aceptó heredar como secretario particular a Héctor
Luna García quien
también fue secretario particular del ex gobernador Juan
José Sabines Guerrero.
Sólo esto faltaba conocer para entender las complicidades.
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