Como diría EL
MORENO, Andrés Manuel, “CON TODO RESPETO".
Hace poco más de dos años, se
empezó a conocer que un hijo del ex presidenciable Manuel Camacho Solís, senador
de la República y miembro de la Comisión de Seguridad Nacional, formaba
parte de lo que podría llegar a ser un Ayuntamiento Verde Ecologista; no
triunfaron, pero a él lo hicieron regidor del Ayuntamiento del municipio de San
Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
Llamaba la atención que alguien de alcurnia social, económica y
política, apareciera jugando “futbol llanero”, una cáscara ratonera, pudiendo
estar en los negocios institucionalizados o en el deporte político, cuando
menos, semi profesional, aunque sea en “la banca”, como muchos hijos e hijas de
papá lo están.
Sobre el hijo del senador de la
República, en este espacio se escribió con oportunidad y todo se desarrolló
como se adelantó. Fue enviado para foguearse, para construirse una presencia,
una imagen propia; raíces que le aseguren vida y bienestar políticos, más
allá de la buena o mala sombra que le
pueda dar o heredar el primo hermano, ahora gobernador.
Aquí se escribió que Juan
Salvador Camacho Velasco llegaba como parte de otro proyecto político y no
por el salario de regidor o por los negocios que le pudiera posibilitar el
cargo; para nada los necesita. Él podría vivir sin percibir un sueldo toda su
vida. El plan ahí va, pero habría que plantearse algunas interrogantes que van de
las serias a las chuscas.
El regidor Juan
Salvador Camacho Velasco pareciera ser que cuando quiere o
se lo indican, quién sabe, aparece intentando cumplir con su obligación de representante
popular, acomoda dos que tres golpes certeros, sensibles y hasta de
espectáculo, para luego, inexplicablemente, bajarse del ring. No acaba con el
adversario, deja que se recupere para luego regresar a hacer lo mismo. Así se
la lleva y hasta pareciera que de manera prevista y periódica.
Figurativamente hablando, después
de que Camacho Velasco zarandea feamente al contrincante, se va a los
masajes, a las regaderas; pareciera retirarse a hacer más condición física o da
la impresión de que se somete o lo obligan, a un radical proceso de
enfriamiento físico inducido, en más de un sentido.
Cualquiera que sea la
explicación, se trate de algo casual o causal, debe comprender que su cargo no
es un juego, es una responsabilidad social que está obligado a cumplir todos
los días y corriendo los riesgos que sean necesarios; a fondo, con prontitud y
absoluta pulcritud. Debe entender que él no tiene derecho a jugar con el
cargo de regidor; ni por estrategia política anti desgaste, ni por excesiva
confianza en sus relaciones políticas. Ambas cuestiones lo pueden conducir al
cementerio político.
JUAN SALVADOR
CAMACHO VELASCO está frente a un riesgo verdadero: o se decide con todo, por
ser un REGIDOR AUTÉNTICO, de tiempo completo, con claridad, constancia y
contundencia, denunciando toda la corrupción e ineptitudes que se presentan al
interior del Ayuntamiento, del cual él es parte, o todo lo que ha hecho no le
alcanzará, le resultará insuficiente y hasta ridículo para deslindarse de las
deshonestidades que se cometen.
JUAN SALVADOR
CAMACHO VELASCO, primo hermano del gobernador Manuel Velasco Coello, conoce
mucho más de lo que hasta hoy ha denunciado, SABE MUCHÍSIMO (con documentos)
sobre todo lo podrido y nauseabundo del actual Ayuntamiento coleto, y solamente
tiene dos opciones: concluir como un DIGNO REPRESENTANTE POPULAR O COMO UN
REPUDIADO CÓMPLICE POR OMISIÓN. Ya no tiene de otra, le queda muy poco tiempo,
ya no tiene espacio para las “medias tintas", ya no tiene margen para las
conductas de aparente inmadurez, ingenuidad o escasez de malicia. “CON TODO
RESPETO", como diría EL MORENO Andrés Manuel.
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