El presidente municipal de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Francisco J. Martínez Pedrero, es enemigo del gobernador Manuel Velasco
Coello. Quién no recuerda que el actual presidente municipal Coleto fue impuesto
por el ex gobernador Juan José Sabines
Guerrero y que
originalmente no era candidato de Manuel Velasco Coello. Quién no recuerda que Sabines tuvo que presionar y reprimir, para
lograr colocar al candidato de abusivos empresarios, en el manejo de los
recursos del pueblo. Quién no recuerda que el candidato de Velasco
Coello era Hugo Pérez Moreno, y que ello explicaba por qué familiares y amigos del hoy gobernador, iban en la planilla de Pérez Moreno y no en la de Martínez
Pedrero. Quién no recuerda que Martínez
Pedrero presumía su amistad con Sabines Guerrero y que cuando podía, se exhibía melosamente con Juan Sabines.
Quién no recuerda que Martínez
Pedrero, originalmente,
llegó a la presidencia municipal rodeado de asesores, que cuando menos en apariencia,
representaban a todas las corrientes del poder local, y que uno a uno se
los fue sacudiendo para comerse “El pastel"; él, su mamá y el Síndico Roberto
A. Morales Ortega. Quién no recuerda que hasta poco antes de que
Francisco José Martínez Pedrero
fuera Alcalde, únicamente se le conocía como hijo de mami, empleado de mami
y persona dedicada a ANTROS Y CENTROS BOTANEROS. Quién no recuerda esa frase sabia que dice: “Quien traiciona una vez, traiciona toda su vida".
El presidente municipal de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Francisco José Martínez
Pedrero, es enemigo del gobernador Manuel Velasco Coello. Si Martínez Pedrero
fuera amigo y colaborador leal del Ejecutivo Estatal, se preocuparía en no darle tantos problemas, tanto al gobernador como a los
habitantes del municipio. Las tensiones no hubieran llegado al nivel en que están, en la colonia San Antonio del Monte; no se ocuparía de enredar y complicar, tan esmeradamente, la situación social del barrio de Cuxtitali; ya hubiera hecho algo decisivo para,
cuando menos, distensionar la difícil problemática que se vive
en la comunidad de Mitziton. Si Martínez
Pedrero fuera amigo y
eficiente servidor público, no habría problemas
latentes en comunidades como “Los Alcanfores", “Los llanos" y San Felipe Ecatepec, entre otras localidades de este
municipio. Si Martínez Pedrero fuera amigo del gobernador y un eficiente
representante social, las calles de la ciudad no estarían en desgracia, el servicio de limpia no tendría tantos reclamos, al servicio de agua entubada no se le
escucharían tantas quejas, la anarquía e inseguridad en los mercados no sería tan visible; de robos y asaltos no se escucharía con tanta frecuencia. La falta de higiene y desprecio a la salud
que se observa en el rastro municipal, no sería una cuestión de asco y miedo; las exigencias de la población para que se cumpla con efectuar las sesiones públicas de cabildo, no existirían; y ya para resumir, LA INCONFORMIDAD
SOCIAL que se ve, se escucha, se lee y se vive todos los días, en contra de todo el ayuntamiento y, particularmente, contra EL SEÑOR ALCALDE, simplemente no existirían.
El presidente municipal de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Francisco José Martínez
Pedrero, es enemigo del gobernador Manuel Velasco Coello. Si Martínez Pedrero, cuando menos, fuera una persona de mediana preparación profesional, con problemas conductuales menores y su soberbia no
fuera tan pronunciada, cuidaría que en su municipalidad no se generaran
tantas tensiones e inestabilidad social, que afectan la tranquilidad de los
habitantes del lugar y la buena imagen que a Velasco Coello le interesa
dar y vender fuera de Chiapas. Si a Martínez
Pedrero, verdaderamente,
le interesara el bienestar social de sus
formalmente representados, no hubiera promovido y solapado la tala de 25,000 árboles, para que sus familiares desarrollaran y se enriquecieran, más, construyendo un lujoso Fraccionamiento Residencial Campestre, sin
importarle el enorme daño ecológico que con
ello ocasiona a la sociedad. Si Martínez Pedrero
no fuera tan miope, políticamente, comprendería que, tarde o temprano, los descuidos y
abusos que ha venido cometiendo, le pesarán y pisotearán, política y administrativamente, en beneficio
de sus enemigos politiqueros. Si Martínez
Pedrero no fuera enemigo del gobernador y de los ciudadanos, escucharía con claridad
los gritos de reclamo y rechazo de los habitantes del municipio, evitándoles sufrimientos a ellos y desestabilización al gobierno de
Velasco Coello. Si el Alcalde Coleto no únicamente
se ocupara de los intereses económicos de
un pequeño grupo de empresarios hambrientos,
atendería con urgencia los problemas comunes, todos esos que él y su mamá, María Dolores
Pedrero Corzo, obligan
con melosidad y mañas,
que atienda el gobierno del
estado de Chiapas.
Si el presidente de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, no fuera enemigo del
gobernador y tampoco un delincuente, no metería en tan vistosos aprietos legales y
sociales a su pariente el gobernador. No tendría en la nómina
municipal a tantos familiares
consanguíneos y por afinidad; no hubiera contratado propiedades de la
familia, para ahí instalar oficinas municipales; los
negocios familiares no facturarían con la
constancia que lo hacen y en las cantidades que ya se volvieron costumbre. Si a
Martínez Pedrero le preocupara cuidar la congruencia entre
lo que dice y hace, las
actividades del ayuntamiento serían alimentadas y estimuladas por el Plan
de Desarrollo municipal y no con ocurrencias, estímulos etílicos o manifestaciones hepáticas. Si el Alcalde Coleto no fuera
enemigo del gobernador y de los ciudadanos, sus actividades las desarrollaría con la cabeza y no con los pies: DEJARÍA DE VIOLAR el artículo 115 Constitucional y proporcionaría los servicios públicos de manera eficaz y suficiente; dejaría de violar la Ley Orgánica Municipal, como cuando suspende las
sesiones públicas del Cabildo, por sus pantalones y pistolas; dejaría de violar la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, ordenando sacar de la nómina municipal a
todos sus parientes consanguíneos y por afinidad, que no son pocos; dejaría de violar la Ley de Fiscalización del Estado,
que ya le atrajo multas económicas a todos los miembros del sinvergüenza ayuntamiento; dejaría de
violar la Ley de Obra Pública, absteniéndose de otorgarla a su libre albedrío; dejaría de violar la Ley de Adquisiciones, Contrataciones y
Arrendamientos, sometiendo a verdaderos concursos, no remedos o simulacros, toda
necesidad insatisfecha del gobierno municipal. Dejaría de violar la Ley de Planeación del Estado,
orientando correctamente toda acción o inversión en obra pública; atendiendo primero las obras comunes, urbanas y rurales, y
nunca destinando inversiones para agregar valor a las propiedades de la
familia, como hoy descaradamente se hace y ya se ha denunciado.
SI EL PRESIDENTE FRANCISCO J. MARTÍNEZ PEDRERO FUERA UN RESPONSABLE Y AUTÉNTICO SERVIDOR PÚBLICO,
DEJARÍA DE VIOLAR CUANTA LEY SE ENCUENTRA, EN DETRIMENTO DEL
BIENESTAR SOCIAL DEL PUEBLO AL QUE DEBIERA SERVIR Y SATISFACER.
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