Reflexiones y Precisiones

El instrumento oficial escogido por el gobernador Manuel Velasco Coello, para la manipulación, distracción, entretenimiento, diversión y engaño institucional, es “MOVER A CHIAPAS”. Sólo es eso, y no LA GRAN ESTRATEGIA que los chiapanecos necesitan para despertar la enorme energía social, que por décadas o un siglo, ha permanecido adormecida y aprovechada por politiqueros malandrines, mafias familiares, empresarios de la política y por religiosos que con la mano derecha le reciben diezmos al explotador, y con la mano izquierda le acarician el cuerpo al explotado, para mantenerlo dormido, atontado y resignado a los sufrimientos terrenales.

“MOVER A CHIAPAS” es la ocurrencia máxima del gobierno de Manuel Velasco Coello, para entrarle con todo el poder del estado, a preparar, a favor del partido VERDE ECOLOGISTA, la próxima contienda electoral; para intentar defender lo que política y administrativamente ya tiene, e intentar arrebatarles a los otros partidos políticos, lo que hasta hoy ha venido disfrutando y ejerciendo en su beneficio personal, familiar, partidista y de voraces empresarios. “MOVER A CHIAPAS” es el caballo (o la mula) de batalla con el cual el gobernador chiapaneco pretende preparar todas las condiciones necesarias, previas a la elección, en su provecho y en el de su partido, el VERDE ECOLOGISTA. Como en otros tiempos lo hicieron Roberto Albores Guillén, Pablo Salazar Mendiguchía y, recientemente, Juan José Sabines Guerrero. Nada nuevo, todo como siempre. Pertrechándose para la inmediata lucha por el poder político y económico que les permita volverse más poderosos, más ricos y aún más intocables, para seguir haciendo y deshaciendo con las riquezas de los chiapanecos: sus recursos naturales, materiales, económicos y humanos. De la misma manera que lo han hecho los anteriores gobernadores y sus colaboradores más cercanos en los últimos 50 años. Ninguna novedad positiva para el pueblo de Chiapas, llegó con Manuel Velasco Coello y su partido VERDE ECOLOGISTA de México. Las banalidades resultaron idénticas, la irresponsabilidad en el ejercicio del poder es muy parecida y el hambre por las riquezas ajenas, por lo que ya se ha visto, hasta bien podría superar a la de sus antecesores.

“MOVER A CHIAPAS”, lamentablemente, es un engaño y distractor oficial más, no es la gran BRÚJULA, POLEA Y PALANCA que los chiapanecos necesitan para tomar el rumbo social correcto, que ayude decisivamente a superar sus atrasos y los atropellos a los cuales han sido sometidos durante décadas. Dentro de cuatro años, cuando Manuel Velasco  Coello ya no sea gobernador, y hasta los que ahora le aplauden le hagan sus cuentas, encontrarán lo que ya hoy en este espacio se adelanta: “MOVER A CHIAPAS” es el fraude oficial del momento, como en su tiempo lo fueron los “arranques etílicos” de Roberto Albores Guillén, el “UNO CON TODOS” de Pablo Salazar Mendiguchía y el “SON HECHOS, NO PALABRAS” de Juan José Sabines Guerrero. Nada, socialmente favorable, ni siquiera de regular calado, trae consigo “MOVER A CHIAPAS”. Una ligera revisión seria y crítica, no la aguanta el “MOVER A CHIAPAS”. No es un Plan o Programa; no es un conjunto de Planes, Programas y Proyectos surgidos de  un diagnóstico profesional de la realidad chiapaneca, que defina un gran objetivo y objetivos particulares; una gran meta y metas específicas; y las consecuentes estrategias que hagan posible lo deseable: por municipios y regiones económicas de Chiapas. ESTE ES SOLAMENTE UN ENORME JUEGO para sorprender y manipular a ingenuos, ambiciosos o hambrientos de la política y los negocios sucios.

Además de ser un instrumento oficial de  lucha por el poder, “MOVER A CHIAPAS” es un muy caro medio institucional para alimentar, permanentemente, la autoestima y el ego del gobernador Manuel Velasco Coello, de su mamá, Leticia Coello Garrido, y de quien ha sido la persona de su confianza para operar esta ocurrencia, Enoc Hernández Cruz. NO ES MÁS, NI PUEDE SER MENOS.

“MOVER A CHIAPAS”, Fundación “Manuel Velasco Coello”, “Chiapas Verde”, “Tierra Verde”, el ICATECH y LAS VERDES que en lo sucesivo aparezcan por todo Chiapas, son sólo instrumentos nacidos o aprovechados para servir al partido VERDE ECOLOGISTA y, particularmente, al gobernador, Manuel Velasco Coello, en la lucha por el poder iniciada desde que él tomó posesión del cargo. Todos estos membretes que cuentan con el apoyo decidido y decisivo del gobierno chiapaneco, para nada se ocupan de actividades verdaderamente sociales, bien concebidas, organizadas y operadas, que aseguren algo importante y trascendente para los habitantes de las ciudades y comunidades de Chiapas. En qué puede ayudar, socialmente, que como desquiciados griten y escriban que “quieren tener un millón de amigos”; de qué tamaño es el beneficio social que obtienen más de cuatro millones de habitantes chiapanecos, cuando todos los “MOVER A CHIAPAS” reparten y se uniforman con grotescas playeras,  mochilas y vestimentas en color morado. ¿Cuánto ayuda a superar las miserias, abandonos e injusticias sociales, el que la ocurrencia convertida en acción de gobierno, cuente con un HELICÓPTERO permanente para andar jugando con que SE MUEVE CHIAPAS?, despilfarrando recursos públicos mal administrados por el gobierno del estado y los ayuntamientos de la entidad. NADA AYUDAN, SOCIALMENTE, TODAS ESTAS RIDICULECES INSTITUCIONALES, en las que por “instrucciones superiores” se vienen malversando recursos del pueblo que debieran ser útiles para HACER BUEN GOBIERNO Y NO UN GOBIERNO CARICATURESCO.

“MOVER A CHIAPAS” es una forma adelantada, cínica, de hacer “política”, pisoteando leyes en materia electoral. Es una forma abusiva de utilizar el cargo y los recursos que se les confía para conseguir espacios de poder en beneficio personal. Es una forma de intentar embaucar con que se “trabaja” por Chiapas:  creando falsas expectativas, ofreciendo, prometiendo, simulando escuchar y atender, y compartiendo todo tipo de disparates discursivos en enormes o pequeñas concentraciones humanas, donde se les “juega la cabeza” voluntaria o involuntariamente; reuniones municipales y regionales de proselitismo político, que incluyen pasarela, encuentros íntimos (con ropa) y mesa para tejer complicidades, que luego son presentadas como GRANDES ACUERDOS PARA “MOVER A CHIAPAS”. Lo grave de esta enfermedad oficial, que ninguna autoridad corrige, y además no para ahí, se está volviendo una epidemia que atrae visiblemente a los vividores de siempre.

Quienes aplaudieron y ayudaron a que Pablo Salazar Mendiguchía, con su “UNO CON TODOS” se sintiera El Mesías; aquellos mismos que vitorearon a Juan José Sabines Guerrero con su “SON HECHOS, NO PALABRAS”, hasta hacerlo sentir omnipresente e inmortal; ahora con Manuel Velasco Coello ya van hasta adelante, bailando el “MOVER A CHIAPAS”: sin explicar el contenido de esta expresión hueca, sino festejando por adelantado este “gran acierto” de gobierno. Los mismos y las mismas que ensalivaron e hicieron negocios políticos y económicos con Roberto Albores Guillén, Pablo Salazar Mendiguchía y Juan José Sabines Guerrero, ya tienen hasta el pescuezo, con los ojos cerrados y los pies despegados del suelo, a Manuel Velasco Coello y a su mamá, Leticia Coello Garrido.