Las sociedades necesitan de un Gobierno que guíe la energía social, cuide de las riquezas y se ocupe de las necesidades de los individuos.
Corresponde a los ciudadanos procurarse Gobiernos que respondan a los intereses de la sociedad y es obligación de los Gobiernos posibilitar el desarrollo justo y pleno a las sociedades.
Sociedad y Gobierno caminan con mayor facilidad y certeza, cuando su accionar se apoya en el conocimiento científico de su realidad y lo acompaña de participación ciudadana suficiente.
Los peores gobiernos y sociedades más miserables, siempre los vamos a encontrar donde el gobernante camina por encima de los gobernados y el pueblo se desentiende de su Gobierno, ambos, ajenos a sus responsabilidades.
En sociedades así no germinan igualdad y armonía; las señas y sellos siempre serán, injusticias, miserias y padecimientos.
Dicen que un pueblo tiene el Gobierno que merece… pero omiten que no hay Gobierno eterno.
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