El miércoles 24 a iniciativa del Gobernador, el Congreso de Chiapas aprobó por unanimidad una reforma electoral que se dijo: homologaría los comicios en el 2012; crearía el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana; modificaría la Contraloría de la Legalidad Electoral ; y en general, con todo, prometían ahorros y beneficios a los chiapanecos.
Como siempre, los actores políticos más mostrados la ponderaron y aplaudieron de inmediato, sin embargo, horas después el Ejecutivo anunció que retiraba su propuesta de reforma y pidió a los Ayuntamientos que no la aprobaran.
¿Cometerían algún “error” grave, con qué chocaron y qué obligó el brusco manotazo que ridiculizó hasta al Congreso?.
Lo único claro es la evidencia de operadores inútiles y que no le encuentran camino al Gobierno.
Aún viéndolo con generosidad, la propuesta y el atropellado repliegue dan mucho en qué pensar y no poco qué lamentar.
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