Señor
César Lazos Álvarez,
en respuesta a su provocación e imprudencia cometidas hacía mi
persona, reciba usted un consejo sincero: si es cierto que aun con
todo, todavía quedó usted enfermito,
que no lo dejen sólo para nada; y si no es cierto, igual, porque se
puede usted meter en problemas legales, de esos que conducen a la
cárcel. Saludos
y buenos deseos para el año que inicia.
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