De los trabajos del gobernador Sabines con empresarios y hoteleros de San Cristóbal, donde los organizadores intentaron sorprender a Don Juan con ser la sociedad civil organizada, no se ha dado a conocer quiénes hablaron, cómo llamaron la atención y algo de lo que en privado se dijo.
Participaron con micrófono, la notaria pública, Guadalupe Flores Pérez, hermana de la presidenta municipal; Francisco Martínez Pedrero, en dos ocasiones, dicen que casi tirándose al piso, pero no llegó disfrazado de indígena tenejapaneco como ya lo hizo en una ocasión con el Presidente Calderón; el Arquitecto Carlos Gutiérrez Liévano, Doña Mercedes Cerdio y el hijo de ambos.
Intervino también, en dos ocasiones, presumiendo sus recuerdos vividos con el papá de Sabines Guerrero, el Profesor Jorge Paniagua Herrera, comentándose que se excedió en halagos corrientes, oraciones maquiladas y frases antigüitas, pero eso sí, todos le reconocen que puso especial interés en aprender bien los conceptos domingueros que pronunciaría ese día.
En los trabajos del 12 de febrero, igualmente, intervinieron Carlos J. Zepeda Narváez, Antonio Paniagua Álvarez, Sixto González, Alejandra Pineda y al final Cecilia Flores Pérez; la hermana abrió los trabajos y ella los cerró.
Todos coinciden en que quién más llamó la atención, por su belleza, porque su voz tiene color y timbre, por el detalle de llevarle cervecita dulce a Sabines; y porque “Don Juan” no pudo ocultar que resultó cautivado, fue la presidenta de las mujeres empresarias coletas, Adriana Fonseca García; dicen que en corto preguntaba sobre ella. Aunque los organizadores, a su mamá la tuvieron 15 minutos esperando, para poder autorizarle la entrada.
Quedó claro: la verdadera sociedad civil –organizada o no- estuvo ausente, y los principales actores fueron los apellidos de siempre. No se abordó ahí el bienestar social de las mayorías, sino los intereses de la iniciativa privada; lo que hará más ricos y poderosos a los jamás mal atendidos; lo que traerá más negocios a los nunca olvidados. Más atenciones para aquellos que aunque les den bastante, nunca les falta estómago para más.
En el encuentro donde los promotores –abiertos y encubiertos- quisieron engañar a Sabines Guerrero con que son “el pueblo organizado”, como lo han hecho con otros gobernadores, se refirieron principalmente, al aeropuerto y su inoperancia definitiva, al negocio ese de la tiendota en las instalaciones deportivas municipales, al mercado y la lección de fracaso, a la basura, al arcotete, a un proyecto peatonal. En todos los participantes, con elegancia o corrientés, no hicieron falta palabras tiernas, piropos matizados, alusiones de cariño y gestos de agradecimiento hacia el gobernador, “por lo que ha hecho y hará por este pueblo mágico”, así informó uno de los asistentes.
Algo que fue muy notorio y vergonzoso, confiaron a MIRADA SUR, surgió cuando trataron el tema, autopista San Cristóbal - Palenque, y el gobernador regañó a los empresarios porque, como dijo, lo dejaron solo en los momentos que él más los necesitó; al ser acusado de que era un proyecto personal que afectaría a muchas comunidades. En ese entonces ustedes guardaron silencio, les dijo. Así sucedió todo, lo demás ya lo “informó” la autoridad, a su manera y como más conviene a ellos.
Nadie de esa “sociedad civil” se atrevió a preguntar al gobernador, por qué en 50 meses no le ha cumplido a San Cristóbal, en los más importantes de los compromisos que firmó ante notario público durante su campaña política. ¿Olvido, timidez, cortesía o cobardía?.
Participaron con micrófono, la notaria pública, Guadalupe Flores Pérez, hermana de la presidenta municipal; Francisco Martínez Pedrero, en dos ocasiones, dicen que casi tirándose al piso, pero no llegó disfrazado de indígena tenejapaneco como ya lo hizo en una ocasión con el Presidente Calderón; el Arquitecto Carlos Gutiérrez Liévano, Doña Mercedes Cerdio y el hijo de ambos.
Intervino también, en dos ocasiones, presumiendo sus recuerdos vividos con el papá de Sabines Guerrero, el Profesor Jorge Paniagua Herrera, comentándose que se excedió en halagos corrientes, oraciones maquiladas y frases antigüitas, pero eso sí, todos le reconocen que puso especial interés en aprender bien los conceptos domingueros que pronunciaría ese día.
En los trabajos del 12 de febrero, igualmente, intervinieron Carlos J. Zepeda Narváez, Antonio Paniagua Álvarez, Sixto González, Alejandra Pineda y al final Cecilia Flores Pérez; la hermana abrió los trabajos y ella los cerró.
Todos coinciden en que quién más llamó la atención, por su belleza, porque su voz tiene color y timbre, por el detalle de llevarle cervecita dulce a Sabines; y porque “Don Juan” no pudo ocultar que resultó cautivado, fue la presidenta de las mujeres empresarias coletas, Adriana Fonseca García; dicen que en corto preguntaba sobre ella. Aunque los organizadores, a su mamá la tuvieron 15 minutos esperando, para poder autorizarle la entrada.
Quedó claro: la verdadera sociedad civil –organizada o no- estuvo ausente, y los principales actores fueron los apellidos de siempre. No se abordó ahí el bienestar social de las mayorías, sino los intereses de la iniciativa privada; lo que hará más ricos y poderosos a los jamás mal atendidos; lo que traerá más negocios a los nunca olvidados. Más atenciones para aquellos que aunque les den bastante, nunca les falta estómago para más.
En el encuentro donde los promotores –abiertos y encubiertos- quisieron engañar a Sabines Guerrero con que son “el pueblo organizado”, como lo han hecho con otros gobernadores, se refirieron principalmente, al aeropuerto y su inoperancia definitiva, al negocio ese de la tiendota en las instalaciones deportivas municipales, al mercado y la lección de fracaso, a la basura, al arcotete, a un proyecto peatonal. En todos los participantes, con elegancia o corrientés, no hicieron falta palabras tiernas, piropos matizados, alusiones de cariño y gestos de agradecimiento hacia el gobernador, “por lo que ha hecho y hará por este pueblo mágico”, así informó uno de los asistentes.
Algo que fue muy notorio y vergonzoso, confiaron a MIRADA SUR, surgió cuando trataron el tema, autopista San Cristóbal - Palenque, y el gobernador regañó a los empresarios porque, como dijo, lo dejaron solo en los momentos que él más los necesitó; al ser acusado de que era un proyecto personal que afectaría a muchas comunidades. En ese entonces ustedes guardaron silencio, les dijo. Así sucedió todo, lo demás ya lo “informó” la autoridad, a su manera y como más conviene a ellos.
Nadie de esa “sociedad civil” se atrevió a preguntar al gobernador, por qué en 50 meses no le ha cumplido a San Cristóbal, en los más importantes de los compromisos que firmó ante notario público durante su campaña política. ¿Olvido, timidez, cortesía o cobardía?.
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