Piensa, Prensa y Pega.

23 de febrero de 2011

Siguen sordos en el DIF Municipal coleto

La semana anterior se conoció públicamente, por la radio XEWM, que a la señora Rosa María Hernández Pérez, empleada del DIF Municipal en San Cristóbal de Las Casas, se negaban entregarle su salario, si al mismo tiempo no firmaba su renuncia. Culpó de todo esto al Director, Luis Felipe Cancino Maldonado, quien fuera coordinador de la campaña de la actual presidenta municipal.

A más de 10 días de conocerse esta injusticia, Rosa María afirma en entrevista para MIRADA SUR, que aún no le pagan, que le urge el dinero para la comida de su familia, que tiene temor de lo que pueda hacer en su contra Luis Felipe -que se dice poderoso aquí y en Tuxtla Gutiérrez- y que tiene nada en contra de la presidenta municipal.

Explica Rosa María que, convencida por el grupo Hueyzacatlán, participó en la campaña de Ceci; que trabajó y firmó diariamente todo el mes de enero; y que muchos la vieron asistir de 9 a 2 de la tarde y de 4 a 7 de la noche.

Comenta también que cuando el DIF Municipal participó en los funerales de Don Samuel Ruiz, ella trabajó, por órdenes de Luis Felipe, hasta horas de la madrugada, haciendo atole. Inclusive, recuerda bien el menú de atún con tomate que se ofreció a los asistentes y conserva fotografías de sus actividades de cuando la muerte del Obispo Emérito. Y ni modos de cobrarle a él, dice.

Doña Rosa María Hernández expresa confiar todavía en la presidenta municipal, que espera se acuerde de cuánto ofrecía a las mujeres y le avisa que no se confíe, porque ya algunos la están traicionando, tanto que en el DIF, por la insoportable situación que priva dentro, en cualquier momento podría venir alguna renuncia de alguien muy cerca de ella.

Con tristeza y enojo se sincera con MIRADA SUR: “si me van a correr, que me paguen lo que trabajé, y que no me humillen exigiendo que firme mi renuncia, porque yo no me estoy yendo, ellos me están corriendo”; “si Doña Ceci no se acuerda de cuando anduvimos en la campaña, y continúan negándome mi salario, voy a intentar comunicarme con la esposa del gobernador, con el Obispo Arizmendi, voy a ir a las oficinas de la ONU y haré cuanto pueda para denunciar este atropello, aunque al final no me paguen los 4 mil pesos, por ser humilde, y ellos que hagan lo que quieran porque son poderosos”, expresó con tristeza. Visiblemente afectada, a punto de las lágrimas, Rosa María expresa a MIRADA SUR que recuerda muy bien lo bueno que es Luis Felipe Cancino Maldonado para arengar sobre “valores”, pero que hoy descubre que una cosa es lo que dice y otra, diferente, la que hace.

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