El diario “Cuarto Poder” del 19 de febrero, muestra en su página principal, a colores y a todo lo que da, al ex Procurador General de Justicia en el sexenio de Pablo Salazar Mendiguchía, esposado de manos -primero hacia adelante y luego hacia atrás-, y escoltado por agentes especiales de la Procuraduría General de Justicia del Estado. Nadie hubiera creído hace 10 años que el Lic. Mariano F. Herrán Salvatti terminara en las condiciones deshonrosas en que hoy lo exhibe el gobierno de Chiapas.
Quién no recuerda al todopoderoso ex fiscal, Herrán Salvatti, cuando se codeaba y era caravaneado por todos los políticos y empresarios de Chiapas y no pocos del país, que seguramente hoy lo niegan y rehuyen; quién ha olvidado su tono, altura de voz y arrogancia con que acostumbraba conducirse ante todos, de donde apenas escapaba Salazar Mendiguchía; quién no recuerda a Don Mariano custodiado fuertemente como si se tratara del presidente de la república; quién olvida a Herrán Salvatti en charreadas, ferias y convivios, rodeado de muchachas jóvenes y bonitas, cuyos papás deseaban que él se fijara en ellas; y quién no supo que lo hicieron verse y sentirse candidato fuerte para, en cualquier momento, ocupar la gubernatura de Chiapas.
Lo que sucedió, seguramente, es que en la lucha a muerte de los grupos políticos, por el poder y riquezas de todo origen, resultó prensado y decidieron sacrificarlo para mostrarlo a todos y que sirviera de ejemplo, de cómo se les puede llegar a tratar a quienes desobedecen al patrón en turno; de cómo, en poco tiempo, aquellos que llegan a sentirse dioses, los pueden hacer comprender que son mortales; y de cómo cualquiera que disfrute de soberbias enfermizas, sin permiso del jefe y sin mostrar docilidad ante su superior, puede terminar tratado peor que un mamífero guardián de rancho.
Aquí no se quiere decir que se está ante un hecho del todo injusto, que no lo merece, sino que se manipula en exceso el caso Herrán Salvatti, para intentar, primero, tender cortinas de humo ante lo que hoy se hace y deshace por parte del gobierno de la entidad, y segundo, para emitir señales de que en Chiapas se aplica la ley a todos por igual. No es cierto, si así fuera en verdad, a Mariano Herrán lo hubieran bajado del avión esposado junto con Pablo Salazar y otros funcionarios que les sirvieron en el poder Ejecutivo o desde los poderes Legislativo y Judicial.
Hasta hoy, y aún cuando públicamente se conoce de información clara y suficiente, nadie se ha metido con los hermanos, sobrinos, damas de compañía y demás familiares de Pablo Salazar. Esa es la mejor prueba de que no estamos ante un caso de justicia, sino antes, ante una lucha entre grupos de poder y venganzas muy bien cultivadas por Herrán Salvatti.
Hace más o menos 5 años, en “Reflexiones y Precisiones” se escribió que, algunos de los hombres más poderosos de Pablo Salazar, aquellos que al caminar casi lograban no pegar los pies al piso, se les vería en la cárcel, independientemente quién fuera el gobernador y con quién estableciera compromisos fuertes Salazar Mendiguchía. Así sucedió, aunque no en las proporciones y con el escándalo que lo hizo Pablo Salazar, con el equipo de Albores Guillén.
Ahora, lo vuelve a señalar con toda oportunidad “Reflexiones y Precisiones” -independientemente de quién sea el próximo gobernador del estado, del color que decidan-, veremos a colaboradores muy próximos a Sabines Guerrero, en la cárcel. De los que hoy vemos viajar junto a él en las aeronaves oficiales; de aquellos que hoy le celebran todo; de entre quienes hoy se conducen como virreyes o sultanes; de esos serán los que posteriormente presentarán esposados y denigrados en dimensiones iguales o peores a las que hoy lo hacen con Herrán Salvatti. Seguro.
Es más, haciendo un ligero análisis, sin mucho esfuerzo, podría adelantarse con un buen margen de confiabilidad que los candidatos potenciales para acompañar a Don Mariano Herrán en el penal de “El Amate”, cuando concluya Don Juan Sabines su gobierno, pueden ya estar bien logrados e identificados en el “Chiapas Solidario”; en “Ciudades Rurales”; en el proyecto famoso del Biodiesel; en la Secretaría del Transporte; en Comunicación Social, tal vez en primerísimo lugar; en el CODECOM; en el CODECOA; en la Secretaría de Salud; en la del Campo; y en la de Infraestructura, entre otras. A nadie se le desea mal, pero si nos fijamos bien, ya algunos funcionarios por momentos pareciera que sus prendas de vestir, por su color y textura, son bastante iguales a las que se utilizan en los centros penitenciarios. En un descuido la llamarán “Marca Chiapas”.
En un acercamiento más preciso, como ejemplo ilustrativo, considerando la actual “guerra” policía-delincuentes, cuando se desate la cacería en contra de funcionarios de Don Juan, capaz que encuentran que unos tenían tratos con “el Cártel del Golfo”, otros con la “Familia”, unos más con los “Zetas” y algunos otros, con todos. Sólo es cuestión de tiempo para que veamos uno que otro director de policía municipal, embarrado por “testigos protegidos”, y éstos, por qué no, arrastrando a la cárcel a presidentes municipales. Por supuesto, si hay voluntad, valor y si no entra en los acuerdos que hagan el gobernador entrante con el saliente.
Para consuelo y sosiego de no pocos, también “Reflexiones y Precisiones” adelanta desde hoy que el gobernador que releve a Don Juan, no meterá a la cárcel –aunque existan evidencias- a su cónyuge, parientes consanguíneos en línea recta, y parientes colaterales o por afinidad hasta el segundo grado. Estense tranquilos, pero no se confíen demasiado.
Quién no recuerda al todopoderoso ex fiscal, Herrán Salvatti, cuando se codeaba y era caravaneado por todos los políticos y empresarios de Chiapas y no pocos del país, que seguramente hoy lo niegan y rehuyen; quién ha olvidado su tono, altura de voz y arrogancia con que acostumbraba conducirse ante todos, de donde apenas escapaba Salazar Mendiguchía; quién no recuerda a Don Mariano custodiado fuertemente como si se tratara del presidente de la república; quién olvida a Herrán Salvatti en charreadas, ferias y convivios, rodeado de muchachas jóvenes y bonitas, cuyos papás deseaban que él se fijara en ellas; y quién no supo que lo hicieron verse y sentirse candidato fuerte para, en cualquier momento, ocupar la gubernatura de Chiapas.
Lo que sucedió, seguramente, es que en la lucha a muerte de los grupos políticos, por el poder y riquezas de todo origen, resultó prensado y decidieron sacrificarlo para mostrarlo a todos y que sirviera de ejemplo, de cómo se les puede llegar a tratar a quienes desobedecen al patrón en turno; de cómo, en poco tiempo, aquellos que llegan a sentirse dioses, los pueden hacer comprender que son mortales; y de cómo cualquiera que disfrute de soberbias enfermizas, sin permiso del jefe y sin mostrar docilidad ante su superior, puede terminar tratado peor que un mamífero guardián de rancho.
Aquí no se quiere decir que se está ante un hecho del todo injusto, que no lo merece, sino que se manipula en exceso el caso Herrán Salvatti, para intentar, primero, tender cortinas de humo ante lo que hoy se hace y deshace por parte del gobierno de la entidad, y segundo, para emitir señales de que en Chiapas se aplica la ley a todos por igual. No es cierto, si así fuera en verdad, a Mariano Herrán lo hubieran bajado del avión esposado junto con Pablo Salazar y otros funcionarios que les sirvieron en el poder Ejecutivo o desde los poderes Legislativo y Judicial.
Hasta hoy, y aún cuando públicamente se conoce de información clara y suficiente, nadie se ha metido con los hermanos, sobrinos, damas de compañía y demás familiares de Pablo Salazar. Esa es la mejor prueba de que no estamos ante un caso de justicia, sino antes, ante una lucha entre grupos de poder y venganzas muy bien cultivadas por Herrán Salvatti.
Hace más o menos 5 años, en “Reflexiones y Precisiones” se escribió que, algunos de los hombres más poderosos de Pablo Salazar, aquellos que al caminar casi lograban no pegar los pies al piso, se les vería en la cárcel, independientemente quién fuera el gobernador y con quién estableciera compromisos fuertes Salazar Mendiguchía. Así sucedió, aunque no en las proporciones y con el escándalo que lo hizo Pablo Salazar, con el equipo de Albores Guillén.
Ahora, lo vuelve a señalar con toda oportunidad “Reflexiones y Precisiones” -independientemente de quién sea el próximo gobernador del estado, del color que decidan-, veremos a colaboradores muy próximos a Sabines Guerrero, en la cárcel. De los que hoy vemos viajar junto a él en las aeronaves oficiales; de aquellos que hoy le celebran todo; de entre quienes hoy se conducen como virreyes o sultanes; de esos serán los que posteriormente presentarán esposados y denigrados en dimensiones iguales o peores a las que hoy lo hacen con Herrán Salvatti. Seguro.
Es más, haciendo un ligero análisis, sin mucho esfuerzo, podría adelantarse con un buen margen de confiabilidad que los candidatos potenciales para acompañar a Don Mariano Herrán en el penal de “El Amate”, cuando concluya Don Juan Sabines su gobierno, pueden ya estar bien logrados e identificados en el “Chiapas Solidario”; en “Ciudades Rurales”; en el proyecto famoso del Biodiesel; en la Secretaría del Transporte; en Comunicación Social, tal vez en primerísimo lugar; en el CODECOM; en el CODECOA; en la Secretaría de Salud; en la del Campo; y en la de Infraestructura, entre otras. A nadie se le desea mal, pero si nos fijamos bien, ya algunos funcionarios por momentos pareciera que sus prendas de vestir, por su color y textura, son bastante iguales a las que se utilizan en los centros penitenciarios. En un descuido la llamarán “Marca Chiapas”.
En un acercamiento más preciso, como ejemplo ilustrativo, considerando la actual “guerra” policía-delincuentes, cuando se desate la cacería en contra de funcionarios de Don Juan, capaz que encuentran que unos tenían tratos con “el Cártel del Golfo”, otros con la “Familia”, unos más con los “Zetas” y algunos otros, con todos. Sólo es cuestión de tiempo para que veamos uno que otro director de policía municipal, embarrado por “testigos protegidos”, y éstos, por qué no, arrastrando a la cárcel a presidentes municipales. Por supuesto, si hay voluntad, valor y si no entra en los acuerdos que hagan el gobernador entrante con el saliente.
Para consuelo y sosiego de no pocos, también “Reflexiones y Precisiones” adelanta desde hoy que el gobernador que releve a Don Juan, no meterá a la cárcel –aunque existan evidencias- a su cónyuge, parientes consanguíneos en línea recta, y parientes colaterales o por afinidad hasta el segundo grado. Estense tranquilos, pero no se confíen demasiado.
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