19 de noviembre del 2007.

En Chiapas, el viernes 16 la clase política estuvo de fiesta por el nacimiento de la LXIII Legislatura local: porras, comidas, vinos, mujeres, abrazos, besos y muchas promesas de amor fácil; un gran festejo para un parto con antecedentes de fertilización in vitro.

En ninguna parte del mundo se celebra el nacimiento de un producto muerto, malformado o disminuido en sus facultades para cumplir su función social.

Es absurdo festejar porque el Ejecutivo tomó el control absoluto del Poder Legislativo: impuso a sus conocidos, amigos y ex empleados, desde luego, no olvidó nombrar a uno de Huixtan, Tenejapa y Chamula, para que disfrazados, durante 3 años decoren el recinto y validen injusticias .

Si la mayoría de los chiapanecos no escogieron ni nombraron a los “representantes populares”: ¿a quién se deben y servirán?, ¿qué les preocupará? y ¿qué función cumplirán?.

Ahora si, Don Juan está en condiciones de ordenar y disponer en el Ejecutivo, Legislativo, Judicial y a partir del 1 de Enero, también en los 118 Ayuntamientos.

Se avecinan mayores autoritarismos, abusos de poder e irresponsable ejercicio del servicio público para la consecución del bien común, el desarrollo justo y la paz social.