En sus reflexiones del fin de semana el Obispo auxiliar de San Cristóbal de Las Casas, Enrique Díaz Díaz anotó:
“¡Cuánto dolor encontramos en la justicia humana!. Acteal, Viejo Velasco, conflictos agrarios, robos, acusaciones, mineros olvidados, migrantes ultrajados y miles de delitos que solamente van quedando rezagados en el tiempo, como si el olvido pudiera cerrar las heridas y solucionar los problemas”.
“Todo queda en el ámbito y a criterio de los poderosos, la justicia y la paz está hecha por ellos y a su estilo”.
“La verdadera paz nunca estará sostenida artificialmente en base a miedos o amenazas, sino en el respeto y valoración de cada persona”.
Ojalá éstas fuertes y puntuales expresiones, antes sólo pronunciadas por marginados y luchadores sociales, ayuden a reaccionar y revisar nuestra práctica diaria y compromiso social: Gobernantes, Gobernados y particularmente aquellos que con sus oraciones, limosnas, acciones de caridad u obras monumentales, pretenden siempre; lavar sus pecados y lograr complicidad para continuar atropellando y explotando, con absoluta libertad y total impunidad.
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