13 de febrero del 2008.

Los especialistas dicen que, un cadáver después de 24 horas ya tiene signos claros de descomposición. Lo que no se explica ni se entiende, en el caso del Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas es que, aun cuando caminan, ya se manifiestan como difuntos de 43 días.

Presentan síntomas de corrupción; se aprecia tráfico de influencias; se perciben maniobras para violentar la ley de obra pública y de adquisiciones; ya se dibuja el reparto de los negocios Municipales; se aseguran las “ganancias“ posibles desde la policía; y, se vuelven una constante los hechos autoritarios y perversos.

El colmo, en una sesión de Cabildo presidida por José A. Hernanz y manipulada por Leobardo Cancino, cumpliendo ordenes, se declararon incompetentes en un asunto doméstico, que de sobra les compete. Son la Autoridad más cercana al pueblo y la ley los obliga a ser coadyuvantes en el cumplimiento de los reglamentos y leyes de este país.

Sin embargo, tiene su mérito y se les debe reconocer que por primera ocasión en 43 días, han expresado una gran verdad: son incompetentes.

Incompetentes, para concebir y desarrollar programas y proyectos de alto impacto; Incompetentes, para cumplir su función social; Incompetentes, para comprender que deben ser servidores públicos, no servidumbre privada; Incompetentes, para razonar y resolver cualquier malestar Social Municipal; e, Incompetentes, para apreciar su nombramiento, obligarse al razonamiento y servir con honestidad, entrega y lealtad, al pueblo.

Que un cadáver se descomponga, es normal: que un Ayuntamiento caminando, ya huela mal, es anormal y suficiente para pensar en su funeral.