En cualquier país del mundo, el derecho al trabajo es una conquista de los hombres y mujeres que pasaron por amenazas, golpes, sangre, cárcel, desaparecidos y muertos. No ha costado poco, ni ha sido fácil.
La historia universal ilustra puntualmente sobre los sufrimientos de los hombres para convertir el trabajo en un derecho: derecho al trabajo digno; bien remunerado y que contribuya a la buena formación de los individuos, no que sólo ayude a exprimirlos, enfermarlos o apresurarles su muerte.
Es obligación de los Gobiernos, el procurar trabajo honesto y digno a
Ofrezco estas reflexiones y recuerdos, por que en estos días el Gobierno Municipal de San Cristóbal de Las Casas, dispuso y viene implementando, terrorismo laboral que pisotea la dignidad y derechos elementales de los trabajadores, que llevan años por contrato.
Como caciques de pueblo o “señores de la colonia”, instrumentaron medidas anticonstitucionales, ordenando iniciar los pagos del año, siempre y cuando, firmen una carta de renuncia, sin fecha.
¿Quién ordenó pisotear así la dignidad de los trabajadores?, ¿Cuándo el Ayuntamiento acordó éstos términos ilegales, para echar a la calle a empleados que cumplen una función y devengan un salario?.
Los trabajadores, organizadamente, deben exigir sus derechos, incluyendo castigo a quien ordenó y quien aplica esta disposición anticonstitucional.
Si no necesitan al trabajador deben liquidarlo: no amenazarlo, humillarlo o pisotearlo.
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