Sólo los Gobiernos ciegos, no se dan cuenta que es imposible caminar en el rumbo correcto y al paso adecuado, sin el acompañamiento de los Ciudadanos.
Sólo los Gobiernos sordos, no escuchan que el Pueblo diariamente les manifiesta inquietudes, les expresan malestares y les deslizan recomendaciones.
Sólo los Gobiernos mudos, son incapaces de comunicarse apropiadamente: promoviendo que el Pueblo les ayude a ser buenos Gobiernos; provocando juntos, las respuestas a las necesidades sociales; conociendo acompañados, las sugerencias de los Ciudadanos y las propuestas del Gobierno; elaborando, como uno sólo, los programas y proyectos que beneficien al Pueblo, que obliguen a que los Gobiernos cumplan y que los una en el esfuerzo para la consecución del bien común.
Sin la participación de los Ciudadanos, es imposible hacer buen Gobierno y menos implementar una Administración Pública al servicio de ellos: un Gobierno y Administración, donde la concepción de las responsabilidades se identifiquen con claridad, y sobre todo, prevalezca la preocupación por lo común, por el compromiso recíproco, la vigilancia mutua y la responsabilidad compartida.
La participación ciudadana es la única gran bujía que le puede garantizar dinamismo a las relaciones, rumbo social a las acciones de cualquier Gobierno, y puede resultar el mejor instrumento para que se construyan respuestas acertadas, oportunas y suficientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario