20 de febrero del 2008.

Ayer, los medios acomodados con el Gobierno de Chiapas, dieron cuenta que Cecilia Landerreche Gómez Morín, titular del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia e Isabel Aguilera de Sabines, Presidenta del DIF Chiapas, recorrieron el “Centro de Asistencia Infantil Comunitario” del municipio de Ostuacan.

Ahí, Isabel Aguilera informó que han logrado instalar 31 centros de este tipo y que en el 2008 esperan abrir 34 centros más.

La esposa del Gobernador dijo que, “el programa de Centros de Asistencia Infantil Comunitarios, tiene como principal finalidad brindar apoyo a las madres de familia de escasos recursos, que trabajan, pues es un lugar donde se proporciona protección y formación integral a niños y niñas de 2 a 6 años de edad”.

En las gráficas de los medios, se aprecian a finas señoras en actitud de estar repartiendo ostias, con ositos en las manos explicando las bondades del programa.

Bonitas expresiones hacia las mujeres de las áreas rurales de Chiapas; bien se ve la “desesperación” por ocuparse; pero, lástima que los recursos orientados así, ni siquiera sirven para construir formas agradables para el visitado y los visitantes.

El esfuerzo quizá mitigue algunas necesidades, pero están demasiado lejos de resolver los problemas estructurales, aquellos que dan origen y explican todos los sufrimientos y tristezas de miles de niños y niñas de Chiapas.

Resolver lo que ocupa a las damas, con la estrategia e instrumentos que lo hacen: es como intentar secar el mar con los rayos solares.

Las señoras, con ositos en las manos buscaron provocar sonrisas en los niños: no resultó, para sonreír necesitan salud, comida, techo propio, no ver sufrir a sus padres y que los traten con dignidad, no como minusválidos.