18 de Enero del 2008.

La clase política Mexicana, todos los días da muestras que tiene una enorme capacidad para perfeccionar su cinismo, hacer el ridículo y presumir su falta de vergüenza.

Los Senadores Carlos Jiménez Macías, Rodolfo Dorador Pérez e Irma Martínez Manríquez, de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República, se manifestaron convencidos de que “México debe considerar participar en el proceso de pacificación de Colombia” .

Dijeron que “México tiene prestigio Internacional y calidad moral” y que están de acuerdo con el Presidente Venezolano Hugo Chávez, en que los Gobernantes Latinoamericanos tienen que contribuir al proyecto de pacificación.

El Panista Dorador Pérez dice que “no hay duda de que México sería un buen interlocutor, porque ya lo ha demostrado en otros conflictos”.

Los Gobiernos de otros países que conocen la difícil realidad que vive el pueblo Mexicano, se han de reír y burlar de éstos Políticos. ¿Cómo podrán ayudar a superar los problemas del exterior, cuando en México han sido incapaces de resolver los propios?.

Es válido y humano preocuparse por la paz en cualquier parte del mundo, pero no existe calidad moral y menos prestigio, si antes hacen nada por construir condiciones en donde los Mexicanos vivan, cuando menos, con sus necesidades elementales resueltas y en una paz verdadera, que se disfrute, no sólo que se lea o se escuche.

Éstos Senadores sinvergüenzas, antes que pensar en ocuparse de Colombia, deben entrarle en serio a los problemas diversos del campo Mexicano, al crimen organizado en el país, a las tensiones sociales desbordadas y a la problemática mexicana que dio origen y da vida al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional.