Como estaba previsto, Mariano Díaz Ochoa tomó posesión como Presidente Municipal Constitucional de San Cristóbal de Las Casas para el período 2008-2010; mucho da para decir y no poco se puede especular.
Garroteó y echó por la puerta de atrás al Ayuntamiento que le entregó; los “ventaneó” como ineptos; avivó dudas sobre honradez; los dibujó como cínicos; ante representantes de los poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, los despidió exhibiéndolos como inútiles, irresponsables y violadores de normas y reglamentos; en suma, los masacró políticamente.
Bastaron sólo dos “cuartillas” leídas por Díaz Ochoa para, achicar, arrinconar y embrocar al Ayuntamiento armado y comandado, hasta el último día, por Sergio Lobato García. No los desprestigió, solamente les llamó por su nombre.
No se midió en lo que pareció un intento por cobrarse todas las que le debían, pero, ya habrá tiempo para comprobar si se queda en puro discurso de politiquería, o si cumple su responsabilidad de coadyuvar a investigar y fincar responsabilidades por todos los abusos y corrupciones, denunciadas oportunamente por los ciudadanos.
Mariano Díaz Ochoa se comió “la plaza y hasta los toros”, en el papel y con palabras, falta ver si puede con los 1095 días que le esperan: si cumple lo que ofreció; si evita lo que criticó; si soporta a “los amigos” que se ganó; si resiste el aire que aspiró; y si su Ayuntamiento y “equipo” aguantan el paso con que se presentó.
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